viernes, 8 de abril de 2011

V de... Vale, Visto.


Ya sólo me queda un episodio para terminar la segunda, y probablemente última, temporada de la nueva versión de V. ¿Qué cosas buenas puedo decir de ella? Que es entretenida, y poco más. Vamos, que no voy a echarla de menos, aunque sería de agradecer una miniserie final para terminar las tramas que casi seguro dejarán cortadas en el último episodio, y de paso, cerrar simbólicamente el círculo (hay que recordar que la serie clásica comenzó en modo de dos miniseries, que fueron lo mejor de la saga). Pero voy a obviar las comparaciones con su predecesora, así como los spoilers.

Mi impresión general es como si los guiones estuviesen escritos a golpe de manual, siguiendo los tópicos; hay personajes que ves venir su muerte a kilómetros, y en ocasiones incluso adivinas casi las palabras exactas que va a decir tal o cual, pero no porque hayan creado personajes muy trabajados, que nos hayan llegado tan hondo que los conocemos como la palma de la mano, sino porque están masticaditos, con carácteres manidos y casi estereotipados; en la primera había alguno con cierta ambigüedad, pero en esta segunda la ambigüedad, si es que se le puede llamar así, se limita a un "ahora soy bueno", "ahora soy malo", lo cual me recuerda tristemente a las peores partes de Héroes.

Lo mismo con el desarrollo de la trama, casi sin sorpresas. Y cuando éstas ocurren, quedan diluidas en medio de un relato por lo demás rutinario. Dicho de otra forma: el planteamiento, tanto el inicial de la serie como el de gran parte de lo que sucede, me parece bueno, pero queda desaprovechado por lo plano de la mayoría de las escenas. Me imagino el proceso creativo de esta serie de la siguiente forma: todo comienza con un brainstorming del equipo de guionistas, decidiendo qué va a pasar en el siguiente episodios. Algunas buenas ideas son desechadas por arriesgadas o polémicas ("no, Erica no puede matar a su hijo, ¿estás loco?"), otras buenas se quedan, y finalmente, el guionista del episodio se va a su despachito con el plan de lo que va a pasar (A, B, C...). Luego, simplemente une los puntos contando de la manera más simplona A y B, pero ocasionalmente, en un breve destello ingenioso (no en vano fue una propuesta suya), en ocasiones nos deleita con una escena de lo más lograda contándonos C. Seguramente no es así como sucedió realmente, pero tampoco creo que ande demasiado desencaminado.

La música, las interpretaciones, incluso los efectos especiales, simplemente cumplen, sin más, con lo que nos queda una serie sin alma (algo irónico visto lo que sucede en la trama), bastante prefabricada, y sí, con unos cromas bastante cantosos, aunque esto se le hubiese perdonado si lo que pasase delante de ellos tuviese mayor interés. Cabe decir que en algunas de esas ocasiones en las que me despisto y pierdo el hilo de alguna escena, ni me he molestado en volver atrás para enterarme mejor, no hacía falta.

Y es una lástima, porque por momentos da la impresión de que la historia podría haber dado para una serie más compleja, con segundas lecturas (el poder de los medios de comunicación, de la religión, están ahí, pero quedan desaprovechados). Una lástima.

Termino con una pregunta que llevo haciéndome desde el primer episodio: ¿no dará algo de claustrofobia vivir con una nave alienígena encima de tu ciudad?

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