sábado, 23 de abril de 2011

Doctor, doctor...

Estos días he estado viendo (entre otras cosas) a tres doctores, todos ellos con su particular lengua incisiva, aunque sólo dos realmente maleducados. Los tres buscan, a su manera, la verdad, tras las mentiras, los síntomas, los comportamientos o los gestos. Y aunque sus respectivas series son americanas, los tres actores que los interpretan son del Reino Unido.


Empiezo con el Doctor Cal Lightman, un experto en microexpresiones, capaz de saber casi con total seguridad cuando mientes u ocultas algo. Terminada la (decepcionante y reducida) tercera temporada, mi impresión es que Lie to me sigue dando tumbos.

La serie empezó siendo muy prometedora, otra vuelta de tuerca sobre el típico procedimental, pero con una ventaja evidente sobre sus compañeras: dada la naturaleza y el método de investigación (no se trataba de un grupo de detectives o agentes de la ley, sino una asesoría científica), no tenían por qué limitarse en absoluto a los típicos crímenes de sus hermanas de género, pudiendo centrar episodios en investigar adulterios, espionaje industrial, etc. Vamos, cualquier cosa en dónde quepa la mentira; o lo que viene a ser lo mismo, cualquier cosa. Más tarde se establecerían vínculos con las fuerzas de la ley que llevaron la serie de vuelta al redil policiaco, pero la incorporación de Shawn Ryan (creador de The Shield) aportó gran energía y algunos de sus mejores episodios. Pero poco después, y más con la salida de Ryan, el tratamiento se resintió, y hemos llegado a tener episodios verdaderamente muermazos.

Y el último episodio existente es un buen ejemplo de lo que es la serie: un inicio intrigante, pero sin pasarse, y una trama que va diluyéndose según avanzan los minutos. Lo mejor, últimamente, suelen ser los intercambios dialécticos entre Lightman y su hija, el único personaje capaz de enfrentarse a él episodio tras episodio sin quemarse.

Ahora la serie está en la cuerda floja (o en la burbuja, como lo llaman los anglosajones), esperando al mes que viene para saber si será renovada o no. Yo apuesto porque será cancelada, aunque no me importaría ver más de los malos modales de Cal; eso sí, de ser renovada, más les vale que busquen un rumbo más definido, no vaya a terminar estrellándose por completo.


Vamos ahora con otro doctor que no se corta en decir lo que piensa, el Doctor Gregory House. En algunos aspectos, Lightman es otro House, más desagradable, pero también más sociable, ambos expertos en lanzar afilados cuchillos verbales y amantes de los métodos poco ortodoxos para alcanzar sus fines. Alguna vez me he preguntado cómo sería un crossover Lie to me/House, y de hecho, el otro día me enteré de que, en EEUU, Fox emite ambas series una tras otra el mismo día, así que no sería tan descabellado.

House sigue como de costumbre, alternando episodios rutinarios con otros cuando menos inusuales. Recientemente he visto uno de cada, correspondientes a la mitad de su 7ª temporada, y si bien el "episodio diferente" me ha gustado bastante, noto ya cierto cansancio en la serie. Supongo que habrá quien siga poniéndola por las nubes semana a semana, pero cada vez estoy más convencido de que la serie sería mucho mejor si redujesen el número de episodios por temporada y, con ello, aumentasen la carga dramática y la continuidad de las tramas. De hecho, mi temporada favorita fue aquella cercenada por la huelga de guionistas, reducida a "sólo" 16 episodios, con una primera mitad envuelta en un juego de eliminación a lo reality, lo que fue un cambio de ritmo muy agradecido por mi parte, y una segunda parte sin tiempo para aclimatarse al cambio antes de desembocar en un final devastador.

En resumen, pido menos procedimental y más de esos destellos con los que de tanto en tanto nos sacude. Aunque supongo que entonces sería otra serie, y al fin y al cabo, sigue siendo la misma que hace 7 años. Han cambiado cosas, han pasado distintos ayudantes por su equipo, ha tenido sus pequeñas némesis, y ahora hasta es más humano. Pero cambie lo que cambie, pasados unos episodios sigue dando la sensación de que es más de lo mismo. Al menos es un "mismo" bastante bueno, pero ¿cuanto tiempo más puede seguir y seguir sin romperse? CSI sigue ahí más de una década después, pero no creo que sea un ejemplo del todo comparable, por su estilo más coral y con más peso en los casos que en los personajes.

Por lo que sé, House aún no está renovada, pero estoy convencido de que seguirá la próxima temporada. Por otro lado, hay actores que terminan contrato, y aunque puede ser un problema, quizás el perder (o ver reducida la presencia) de algunos de ellos, pueda ser el empujón que la serie necesita para reciclarse y seguir en lo alto sin llegar a cansar.


Y con esto llegamos al doctor más sereno y distinto de los tres, el Doctor Paul Weston, y su En Terapia (In Treatment). No es irreverente como los otros dos, aunque una frase suya puede golpearte igualmente... con la fuerza de una verdad revelada, de un acertado análisis del alma y de la mente humana. No tiene por detrás un equipo al que maltrate psicológica o verbalmente, aunque su familia (los principales secundarios de la serie) tampoco es que esté muy encantada con él. No es una serie muy comercial, sino de esa cadena de cable que nos trajo otras joyas como The Wire o Band of Brothers.

La serie, para quien no la conozca, se basa en las sesiones de un psicoterapeuta con sus pacientes. En capítulos de apenas 20-25 minutos, a razón de cinco semanales, vemos, en los episodios del lunes al jueves, cuatro de estas terapias (de los mismos pacientes cada temporada), y una quinta sesión los viernes en la que es el propio Paul el que se enfrenta a su propia terapeuta ("¿Cómo voy a ayudar a mis pacientes si mi vida es una mierda?", le dice en cierta ocasión). Aquí el doctor también es el paciente.

En los últimos días me he visto ya una veintena de los 35 episodios (7 semanas) que conforma la segunda temporada de esta serie. Sé que no debería, además por lo emocional que estoy últimamente, pero... me puede el ansía.

Y eso que esta segunda temporada no me está fascinando tanto como la primera. Quizás influya mi estado anímico, desde luego, pero también se da el caso de que los personajes me parecen una mera evolución de los de la temporada anterior: Mia es una especie de Laura frustrada del pasado de Paul, la mezcla de fuerza y fragilidad de April me recuerda a una Sophie más madura y con......., luego tenemos al duro y eficiente ejecutivo Walter cubriendo el puesto del duro y eficiente militar Alex, y la pareja en crisis que formaban Jake y Amy ahora se llaman Luke y Bess y tienen un hijo (de hecho, en la serie en la que se basa, la israelí BeTipul, el matrimonio repetía en la segunda temporada). La analogía no funciona todo el tiempo, desde luego, pero es la sensación general que me crea, y todos los personajes tienen algún detalle puntual de su antecesor... las dos primeras hasta comparten día de consulta.

Por lo demás, la serie sigue plagada de intensos y excelentes diálogos, de frases profundas, en ocasiones reveladoras de cómo un comportamiento en realidad puede significar algo distinto a lo que pensamos en un principio, y la mayoría de las sesiones siguen siendo duelos interpretativos dignos de aplauso. Y aún me queda la recta final, cuando se supone que los sentimientos reprimidos estallarán con más fuerza, embargándome de emociones y, quizás, en momentos de auténtica catarsis.

Sobre esta serie ya no puedo hablar de su continuación o no. Se acabó en diciembre con la conclusión de su tercera temporada, que espero no tardar en ver. Según se dice, el propio Gabriel Byrne no quiso continuar, debido al esfuerzo emocional que le suponía el papel.

viernes, 15 de abril de 2011

Lo que voy viendo

Esta semana ando bastante liado para escribir algo elaborado, pero para no dejar el blog parado, comento brevemente lo que he ido viendo estos días:



El barco: o lo que es lo mismo, El internado 2. Seguramente escriba en breve una entrada más larga al respecto, pero aparte de las similitudes evidentes, vistos los cuatro primeros episodios en menos de una semana, me causa el mismo efecto: me engancha, pero se me hace tostón la mitad del tiempo.



El mentatonta: la retomé el lunes con un episodio empezado hace semanas... y me ha costado cuatro noches terminarlo. Sigue siendo mi serie somnífero favorita.




Leverage: el golpe Rashomon me ha provocado auténticas carcajadas ("¿robar el correo es un delito?").



White Collar: me he detenido a propósito en el final de la primera parte de la segunda temporada (2x09). Me gusta mucho más cuando se centran en la trama continua.



Mentes criminales: Comportamiento sospechoso: visto el primer episodio... vale, el caso está bien, pero lo encontré un poco deslabazado, los personajes se supone que tienen unas personalidades ya marcadas, pero no siento que me los hayan presentado en condiciones. Creo que voy a volver a ver el piloto de su serie madre para comparar.



Sanctuary: comenzada la segunda temporada... bah.



The Cape: sólo he visto el primero, pero qué cosa más... peculiar. No me extraña su cancelación, aunque personalmente me ha gustado (algún día tengo que buscar algo en lo que salga Summer Glau y no me guste xD). Me recuerda vagamente, salvando las distancias, a la serie de Flash.



V (2009): el último episodio, como esperaba, es abierto... ¡pero demasiado! Por lo demás, un buen episodio, conciso y a la yugular. Ojalá hubiesen sido así la mayoría de los que le precedieron.



También he terminado Leyes de familia, Rubicon, Juez sin causa, y, al menos por ahora, he abandonado Edel y Starck.



Y en Semana Santa me aguarda el Doctor Weston.

viernes, 8 de abril de 2011

V de... Vale, Visto.


Ya sólo me queda un episodio para terminar la segunda, y probablemente última, temporada de la nueva versión de V. ¿Qué cosas buenas puedo decir de ella? Que es entretenida, y poco más. Vamos, que no voy a echarla de menos, aunque sería de agradecer una miniserie final para terminar las tramas que casi seguro dejarán cortadas en el último episodio, y de paso, cerrar simbólicamente el círculo (hay que recordar que la serie clásica comenzó en modo de dos miniseries, que fueron lo mejor de la saga). Pero voy a obviar las comparaciones con su predecesora, así como los spoilers.

Mi impresión general es como si los guiones estuviesen escritos a golpe de manual, siguiendo los tópicos; hay personajes que ves venir su muerte a kilómetros, y en ocasiones incluso adivinas casi las palabras exactas que va a decir tal o cual, pero no porque hayan creado personajes muy trabajados, que nos hayan llegado tan hondo que los conocemos como la palma de la mano, sino porque están masticaditos, con carácteres manidos y casi estereotipados; en la primera había alguno con cierta ambigüedad, pero en esta segunda la ambigüedad, si es que se le puede llamar así, se limita a un "ahora soy bueno", "ahora soy malo", lo cual me recuerda tristemente a las peores partes de Héroes.

Lo mismo con el desarrollo de la trama, casi sin sorpresas. Y cuando éstas ocurren, quedan diluidas en medio de un relato por lo demás rutinario. Dicho de otra forma: el planteamiento, tanto el inicial de la serie como el de gran parte de lo que sucede, me parece bueno, pero queda desaprovechado por lo plano de la mayoría de las escenas. Me imagino el proceso creativo de esta serie de la siguiente forma: todo comienza con un brainstorming del equipo de guionistas, decidiendo qué va a pasar en el siguiente episodios. Algunas buenas ideas son desechadas por arriesgadas o polémicas ("no, Erica no puede matar a su hijo, ¿estás loco?"), otras buenas se quedan, y finalmente, el guionista del episodio se va a su despachito con el plan de lo que va a pasar (A, B, C...). Luego, simplemente une los puntos contando de la manera más simplona A y B, pero ocasionalmente, en un breve destello ingenioso (no en vano fue una propuesta suya), en ocasiones nos deleita con una escena de lo más lograda contándonos C. Seguramente no es así como sucedió realmente, pero tampoco creo que ande demasiado desencaminado.

La música, las interpretaciones, incluso los efectos especiales, simplemente cumplen, sin más, con lo que nos queda una serie sin alma (algo irónico visto lo que sucede en la trama), bastante prefabricada, y sí, con unos cromas bastante cantosos, aunque esto se le hubiese perdonado si lo que pasase delante de ellos tuviese mayor interés. Cabe decir que en algunas de esas ocasiones en las que me despisto y pierdo el hilo de alguna escena, ni me he molestado en volver atrás para enterarme mejor, no hacía falta.

Y es una lástima, porque por momentos da la impresión de que la historia podría haber dado para una serie más compleja, con segundas lecturas (el poder de los medios de comunicación, de la religión, están ahí, pero quedan desaprovechados). Una lástima.

Termino con una pregunta que llevo haciéndome desde el primer episodio: ¿no dará algo de claustrofobia vivir con una nave alienígena encima de tu ciudad?

jueves, 7 de abril de 2011

Último aviso sigue sin quemarse

"Me llamo Michael Westen, y era un espía hasta que..."

Con estas palabras comienzan todos los episodios (salvo el piloto) de Burn Notice, conocida en España como Último aviso. Que ya podrían variar un poquito esa introducción, adecuándola un poco a los pequeños cambios que van teniendo lugar a lo largo de las tres temporadas que llevo vistas, en lugar de limitarse a añadir un par de imágenes espectaculares aquí y allá.

El planteamiento es el siguiente: un ex-espía despedido (o como dicen en su argot, quemado) por su agencia intenta averiguar el porqué de su "jubilación anticipada", y mientras tanto, respaldado por su ex-novia y un antiguo amigo (el mítico Bruce Campbell), se dedica a aceptar diversos trabajillos, principalmente ayudando a personas en apuros por culpa de una amplia variedad de gentuza, desde estafadores y pandilleros hasta traficantes de todo tipo. En este sentido, la serie es una actualización de elementos de "clásicos" como El Equipo A y McGyver. De la primera, tenemos a este grupito fuera de la ley que por mucho armamento que usen siempre procuran no matar a nadie, y del segundo, la amplia variedad de gadgets que Michael fabrica para sus misiones.

Con estos antecedentes, lo extraño es que en más de un medio de comunicación he leído que la tildan de "remake de Superagente 86" (??). Ciertamente, me gustaría saber el origen de este despropósito. Si bien Burn Notice tiene un tono ligero, desenfadado, que la emparenta también con otra serie más reciente, Escudo Humano (Human Target), no hay ni rastro del agente Maxwell Smart en el señor Westen. Ni esto es una parodia como lo fue aquella serie, ni hay zapatófono o el menor atisbo de parentesco alguno entre ambas historias, aparte de que ambos personajes han tenido el mismo trabajo. Pero entonces, House sería un remake de Doctor en Alaska, ¿por qué no?

Acabo de terminar la tercera temporada, y en términos generales ha sabido conservar el ritmo, sin mostrar agotamiento, demostrando que le queda cuerda para rato. No en vano hay dos temporadas más y una TV-movie en camino. Me encanta la serie, con todas sus señas de identidad, como esos cartelitos cargados de humor con los que identifican a los personajes, o la voz en off de Michael a modo de clases prácticas sobre cómo es ser un espía. Me gusta su ambiente de Miami claramente identificable, así como las pequeñas grandes dosis de acción de cada episodio, y esa filosofía de acabar con los malos recurriendo más a la astucia que a la tortura, evitando en la medida de lo posible el enfrentamiento, y mucho menos matar a nadie (lo cual no quita para que de vez en cuando haya algún cadáver).

Pero, pese a todo, hay dos detalles que me chirrían. Y no me refiero al esqueleto andante que es Fiona, que al menos a mí no resulta nada atractiva (en serio, muchas veces no puedo apartar la vista de los tendones de su cuello, y eso que Gabrielle Anwar en los 90 sí me gustaba).


A PARTIR DE AQUÍ, LIGEROS SPOILERS HASTA LA TERCERA TEMPORADA


Por un lado, tenemos una trama de fondo presente en todos los episodios, pero que en esta tercera temporada ha empezado a volverse repetitiva: Si bien la segunda temporada, con sus vaivenes y conflictos entre los personajes de Tricia "Galactica" Helfer y Michael "Stargate" Shanks, estuvo muy interesante, su final auguraba un cambio de ritmo, con la amenaza de enemigos del pasado de Michael tratando de vengarse. Y sí, alguno ha aparecido, pero ha habido incluso más viejos conocidos de la serie que caras nuevas para nosotros de su pasado como espía.

En cambio, se ha repetido el mismo esquema: resolvemos el "caso" de la semana mientras lidiamos con un "jefe" que me manda hacer una serie de cosas con la promesa de devolverme el estatus de agente. Todo se hizo aún más evidente cuando, al terminar la primera parte de la temporada, Westen mató a su actual "jefe", para dos episodios después tener otro nuevo. Más de lo mismo. Y aunque los casos de la semana suelen estar de lo más divertidos (mención especial el episodio 3x11, "Fuego amigo", con Michael interpretando al mismísimo Diablo), la sensación de que la trama de fondo da vueltas en círculos debería tener un límite. Esperemos que el pequeño cliffhanger con el que termina la temporada suponga, esta vez sí, un nuevo rumbo para la historia.

Por otro lado... la madre. Vale, sirve como un lugar seguro, como colaboradora ocasional en los casos, como refugio/trama secundaria lejos de la vida criminal en otros, pero a veces actúa como mera comparsa, y su personaje da la impresión de que merodea sin más por el relato, tal vez tan sólo para recordarnos que Michael tiene una familia que puede estar en peligro si no hace lo que le mandan, pero un peligro que nunca siento que se llegue a materializar del todo, por muchas veces que hayan tenido que huir de la casa. Lo cierto es que a mí personalmente me sobra muchas veces su personaje. No digo que tenga que desaparecer, sino reducir su papel a lo necesario, puesto que hay episodios en los que parece que está sólo porque sí. ¿A qué venía lo del premio por ser buena ciudadana? Un par de chistes, un conflicto madre-hijo simplón (como todos los que han tenido, ¿no?), y nada más.

Pero bueno, ambas pegas son secundarias al disfrute de momentos como estos. ¡Y de poder ver regularmente al gran Bruce Campbell, claro está!

domingo, 3 de abril de 2011

Grandes episodios: Buffy 5x16 - El cuerpo

Refloto de entre los recuerdos un comentario que escribí allá en el 2006 sobre uno de los mejores episodios de una de las mejores series que jamás he visto. Pese al tiempo transcurrido, y habiendo vuelto a ver dos veces más el episodio, suscribo cada una de las siguientes palabras:


Este fin de semana, entre otros episodios de Buffy, he visto ese ejercicio drámatico que es el episodio El Cuerpo. Es la segunda vez que lo veía, aunque la primera vez dentro del contexto de la temporada, y me sobrecogió su fuerza emocional. Pese a las altas horas a las que lo vi (o quizás, a causa de ello), pese a que ya sabía (o creía saber) lo que me esperaba, y pese a que mi hermano se encontraba a mi lado soltando comentarios fuera de lugar (a él la Buffy que le gusta es la serie superficial que perciben sus detractores, una serie de adolescentes, chistes y peleas)... pese a todo ello, me encontré más de una vez llorando.



(A PARTIR DE AQUÍ, SPOILERS)



Y no me quiero ni imaginar lo que sería si hubiese vivido recientemente una pérdida, la muerte de un ser querido, menos aún si mi caso hubiese sido similar al de Buffy, encontrándose sola y perdida ante el cádaver... el CUERPO de su madre. Pocas cosas reales (¿cotidianas?) me resultan más aterradoras que la idea, no ya de perder a alguien, sino de ser yo el que encuentre su cuerpo sin vida, quizás porque hay muchas posibilidades de que cualquier día me pase.

Cambiando de tercio, la realización excepcional de Joss Whedon, sin música (salvo la obligada -y en este caso inapropiada- de los títulos de crédito), construida en base a cuatro escenas largas (Buffy, Dawn, amigos, morgue), tratando la muerte de una forma realista, más aún dentro de una serie en la que abundan tanto los muertos...

Pero vayamos escena por escena:

1 - Buffy, o el shock emocional. Si alguien ha dudado alguna vez que Sarah Michelle Gellar es buena actriz, aquí tiene la prueba de su valía. Esa cara paralizada, esa mirada perdida, ausente, mirando a todas partes pero sin mirar a nada (como esos planos descentrados de los paramédicos), y ese final, al pronunciar las palabras que dan título al episodio, y con las que finalmente toma conciencia de lo que ha pasado, lo hace real...

2 - Dawn, o como las cosas que nos parecen importantes dejan de serlo cuando sucede algo realmente importante. Desolador, ese alejamiento de las hermanas Summers cuando la pequeña recibe la noticia, viéndolo como si fuesemos un compañero de clase...

3 - Los amigos, o distintas formas de afrontar la pérdida. Tara, desde la experiencia; Xander, desde la frustración; Willow, buscando desesperadamente algo a lo que aferrarse -la ropa-; y Anya... me faltan las palabras. Sólo decir que se me humedecen los ojos al recordar su interpretación.

4 - En la morgue, o trámites. Trámites formales como rellenar papeles o escuchar los resultados de la autopsia, trámites sociales, como acompañar a la familia a afrontar el trago (la comida como icono de este hecho), o trámites espirituales, como tocar el cuerpo para asegurarse de que lo que está pasando es real. Mención aparte la escalofriante (en más de un sentido) escena de Dawn sola, primero recorriendo el pasillo, luego frente al cuerpo, y la brutalmente cruda pelea de Buffy con el vampiro desnudo.

Para finalizar, hablaré un poco del siguiente episodio, en el que se añaden ligeros matices a este tema, como Giles escuchando en su casa el disco que tiempo atrás compartiese con Joyce, o ese Ángel que hace una pausa en sus peleas con Wolfram & Hart para aportar su granito de arena y ayudar a Buffy a afrontar la pérdida, ayuda que no obtiene su hermana, que opta por (¿no haríamos muchos lo mismo?) tratar de recuperar al ser perdido.

viernes, 1 de abril de 2011

Pongámonos en situación (II)

Sigamos ahora, de la L en adelante (creo que no se me olvida ninguna):


- Ladrón de guante blanco [White Collar] (T2): procedimental simpático, aunque la mayor parte de las veces encuentro su potencial desaprovechado.

- Las reglas del juego [Leverage] (T3): mi panda de robin hoods favorita. ¡Parker, ay, Parker, cómo adoro tu rareza!

- Leyes de familia [Family law] (T3): ya casi la termino. Una de abogados, pero casi sin casos penales. Divorcios, custodias, derechos civiles... Una curiosidad: En el penúltimo me esperan dos de las mujeres de Denny Crane (Boston Legal).

- Los increíbles Powell [No ordinary family] (T1): vistos ocho, ni fu ni fa. Tengo el presentimiento de que la cancelarán, en cuyo caso me vería todos seguidos en menos de una semana, y arreando.

- Mentes criminales (T6): seguramente, mi procedimental policíaco favorito. Lo noté algo bajo de nivel al comienzo de temporada, pero el décimo episodio alzó el vuelo, y mucho.

- Miénteme [Lie To Me] (T3): Estoy de acuerdo con la opinión leída en otros blogs acerca del bajón que ha pegado desde la primera parte de la segunda temporada. Antes, devoraba los episodios; ahora, se me acumulan tres o cuatro antes de que me apetezca volver a encontrarme con el grupo Lightman.

- NCIS (T8): Gibbs y sus chicos son una apuesta casi segura para pasar un rato ameno, y en ocasiones más aún (esos finales y comienzos de temporada... ufff).

- Reglas de compromiso (T5): una sitcom como quedan pocas, prácticamente como las de antes. Gran acierto el ayudante de Russell.

- Rubicon (T1): ritmo lento, casi hipnótico, trama que no se sabe hacia donde va... Vi los cinco primeros en una mañana de sábado que me desperté pronto, pero a partir de ahí me está costando terminarla. Seguramente se merezca una entrada en detalle cuando acabe.

- The Batman (T3): la única serie de animación que sigo actualmente. Pese a algunos aciertos, no me termina de convencer esta versión del Caballero Oscuro, pero como fan suyo, sigo poco a poco con ella.

- The Defenders (T1): más abogados. Buen ritmo, actores queridos por el que escribe, pero algo le falta, quizás un poco más de mala leche.

- The Good Wife (T2): y más abogados, aunque esta vez mezclados con política, mentiras, secretos, y el extraño e intrigante juego/pelea que se están marcando los dos investigadores. ¿Qué ocultará cada uno?

- Último aviso [Burn Notice] (T3): mi agente secreto favorito sigue resolviendo casos "privados" mientras intenta poner orden en su vida (laboral y privada). El esquema empieza a resentirse, espero que al final de temporada le den un pequeño giro argumental.

- V 2009 (T2): entretenida, sin más. Otra que creo que caerá cuando salgan las cancelaciones, y, al menos para mí, no será una gran pérdida.

- Zombis (T1): una serie de sketches con Berto (el de Buenafuente) y un amigo como supervivientes de un holocausto zombie. Psé... con decir que duran menos de 10 minutos y llegan a dar pereza...


Y por si fuese poco, ya tengo en la recámara la T2 de Sanctuary, In Treatment y Modern Family, y las dos primeras de Southland y Diario de una doctora; mientras otras, como Sons of Anarchy o las temporadas 2 y 3 de Breaking Bad esperan pacientemente su turno en mis discos duros, y quizás me decida en breve a tirarme al agua con El Barco y/o Ángel o demonio. Todo esto por no hablar las que tengo paradas sin nuevos episodios o a la espera de completar temporada (Supernatural, The Closer, Being Erica, Chuck, Eureka...).


¿Alguien se atreve a decir que veo pocas series?

Pongámonos en situación (I)

Pues eso, al lío. Pero antes... explico brevemente el título del blog. Buscaba algo que definiese un poco mi relación con las series, y cada vez soy más consciente de que veo demasiadas, también se me acumulan series que quiero ver, las que he dejado paradas entre temporadas o a la espera de un mejor momento, vamos, que estoy sobrecargado. Y de ahí, el tonto juego de palabras. Sin más.

Además, no suelo discriminar: lo mismo veo Física o química que The Wire, In Treatment que Alerta Cobra. ¿Falta de criterio? ¡No! Algunas sé que son malas, pero si me divierten... y también, tras catarlas, sé que otras (Carnivale, Mad Men) son buenas aunque no me llamen.

Y además, la mayoría las veo en castellano. Sin complejos.

Ya habrá tiempo para ir hablando detenidamente de la mayoría, pero arranquemos comentando en pocas palabras las que estoy viendo actualmente, por orden alfabético:

- Anatomía de Grey (T7): se me acumulan los episodios, y cada vez se me hace más cuesta arriba. Que conste que veo la serie mayormente como una comedia (incluso en los momentos en los que pretenden ser trascendentales), pero ya cansa.

- Big Bang Theory (T4): aunque con algún episodio inferior, sigue encantándome. El episodio de En busca del arca perdida / fiesta de pijamas fue más que glorioso.

- Bones (T6) y Castle (T3): no sé, quizás sea porque sus protagonistas masculinos también lo fueron en series del gran Joss Whedon, o por su tono de "policíaco ligero + tensión sexual", pero siempre junto a estas dos. Siguen bien divertidas.

- Community (T1): una gran sopresa. Había leído que era de las mejores comedias de la nueva hornada, pero me esperaba algo más "convencional", más cercano a una sitcom.

- Detroit 1-8-7 (T1): me quedan dos episodios para terminar los diez de los que dispongo, y no sé por qué, me cuesta encontrar el momento. Quizás me los zampe juntos este fin de semana.

- Edel y Starck (T1): comedia alemana de abogados. He visto los dos primeros episodios (mi "medida" habitual para decidir si quedarme con una serie o no), y estoy dudoso. Seguramente la abandone.

- El mentalista [o como suelo llamarla, El mentatonta] (T3): me da pereza, y eso que estoy varado en un episodio que se sale de la fórmula habitual.

- Escudo humano [Human Target] (T2): una buena ración de testosterona y "machadas" simpáticas no viene mal de tanto en tanto.

- Flashpoint (¿T3?): tras el final de 24, las intervenciones de este equipo de respuesta táctica es una de los pocas series adrenalínicas que me quedan... salvo cuando tienen un episodio soso, que a veces los hay.

- Glee (T2): otra que me cuesta, y sólo llevo dos episodios de esta temporada. En mi opinión, les lastra no tener un objetivo claro. Sue ya no es tan Sue, no hay competición a la vista, las versiones de Britney Spears me aburrieron...

- Harry's Law (T1): una serie de abogados de David E. Kelley, por definición, no puede ser mala, y desde que terminé Boston Legal lo echaba de menos. Vistos dos episodios, está dando sus primeros compases todavía y tiene que coger ritmo.

- Haven (T1): parada desde hace semanas en el episodio cuatro, y mira que en principio le tenía ganas. ¿Esto mejora, o qué?

- House (T7): episodios de rutina salpicados con algunos algo mejores. O lo de siempre.

- Impares (T2): curiosa comedia española que picoteo de tanto en tanto. Al meter la terapia de pareja ya no me resulta tan adictiva como la T1, pero sigue teniendo buenos momentos.

- Juez sin causa [Outlaw] (T1): porque son sólo ocho episodios y me quedan dos... veo más que lógico que la cancelasen. Tiene algunos momentos interesantes, pero otros que no pasan de rutinarios, y el piloto era un cúmulo de topicazos.


Y esto es sólo la mitad... No se vayan todavía, aún hay más.

En el comienzo...

Pues aquí arranca este nuevo proyecto, y creo que el mejor modo de hacerlo es contando mis motivaciones para abrir un blog sobre las series que veo, he visto, veré... y también, ¿por qué no? sobre las que no quiero ni ver. Tendrán cabida desde análisis concienzudos y elaborados hasta comentarios viscerales, pasando por noticias, curiosidades, tonterías...

A lo que iba, los motivos: Llevo ya un tiempo con ganas de retomar el hábito de "la escritura". Hace años garabateé varios relatos, e incluso buena parte de un par de novelas, pero otros asuntos me hicieron dejar todo aquello de lado. Más recientemente he empezado alguna cosilla, pero siempre había algo que me frenaba, hasta he estado por abrir una bitácora más personal que la que hoy comienzo...

Por otro lado, recientemente he "descubierto" (tonto de mí) algunos más que interesantes blogs sobre series, ente los que destacaré las dos semanas largas que llevo leyendo Diamantes en serie. Claro, ya sabía de la existencia de páginas comentando series, pero por algún motivo (quizás prejuicios formados por lo leído en mis primeros años como internauta) había menospreciado su capacidad. Y me picó la idea. ¿Por qué no hacer yo lo mismo? Además, aunque formo parte activa de un foro de series, allí no suelo comentar los capítulos porque casi siempre voy a mi ritmo con cada serie.

Y para terminar (hay más razones, pero esto ya está siendo bastante tocho), está mi mala memoria. Veo muchas (¿demasiadas?) series, pero pasado el tiempo recuerdo muy poco, me quedan más sensaciones e imágenes que recuerdos claros de lo vivido, así que pretendo usar esta herramienta para reforzarlo. Claro que me gustaría que me leyese un montón de gente (si fuese para mí solo no lo pondría en internet), pero incluso si nadie visitase el blog al menos me quedaría como "terapia" mental. ¡Mejor que un sudoku, oiga!

Y tras la presentación, que vengan las series.