miércoles, 25 de mayo de 2011

The Good Wife, Sorkin y equilibrio dramático

Cada vez estoy más convencido de que The Good Wife no es una serie "de" abogados, sino una serie "con" abogados. En el último episodio que he visto, "Patrimonio neto" (2x16), no hay juicio ni juez alguno a la vista, sólo una demanda que enfrenta a ambos bandos en la sala de reuniones del bufete.


(A PARTIR DE AQUÍ, LEVES SPOILERS DEL EPISODIO)

Mientras tanto, tenemos a la supuesta protagonista (supuesta, ya que se trata de una serie mucho más coral de lo que parece a simple vista) aparentemente apartada del centro del episodio, un centro imposible de determinar, dada la estructura fragmentada del mismo. Así, el episodio oscila continamente entre tres hilos, sin definir ninguna como la principal, en un ejercicio de equilibro de lo más natural, pero que parece impensable en otras series: de este modo, la que parece la trama fuerte del episodio termina cortada con descaro a dos tercios del final, para volver después en un breve epílogo; en otro hilo, seguimos con la historia personal de Alicia: el lío del mensaje de voz, su hermano... una trama ¿secundaria? que nos proporciona algún momento realmente jocoso ("Estoy en un lugar elevado"), pero poco más, la historia sigue sin avanzar; lo que sí avanza es el tercer hilo, otro que parecía en principio secundario, pero que por momentos se hace con las riendas del episodio. Se trata, claro, de la continuación del juego de engaños y seducciones entre Kalinda y Blake, los dos investigadores, con el fiscal Cary como de costumbre de tercer palo, y con la reaparición de la agente Delaney (¿soy el único que piensa que su nombre es un homenaje a Dana Delaney?) para intentar llevarse a Kalinda a su terreno... en más de un sentido, claro.

La demanda de la que hablaba más arriba se hace eco de la película La red social, cambiando al creador de Facebook por el de otra web cuyo nombre ni recuerdo, y que demanda por difamación al estudio que ha realizado una película basada en él, pero en la que se han inventado prácticamente todo menos su nombre. Aparte de proporcionar algo legal al episodio, esta trama autoconclusiva guarda más de una relación con el guionista de La red social, es decir, Aaron Sorkin:

- Así, uno de los interrogados durante el pleito es el guionista del ficticio film, del cual cuentan que varios blogueros destaparon sus problemas con las drogas. En el caso de Sorkin, creo que su drogadicción se hizo pública por un arresto, pero la coincidencia está ahí.

- También es curioso que el que interroga al guionista está encarnado por Josh Charles, el que fuese co-protagonista de la primera serie de Sorkin, Sports Night.

- Más aún, a la abogada que les cede temporalmente el caso la interpreta Rita Wilson, esposa de Tom Hanks, protagonista de La guerra de Charlie Wilson, la anterior película escrita por Sorkin.

- Y ya puestos, el título original del episodio, "Net Worth" es parecido al de la película Network, cuyo famoso monólogo fue seguramente fuente de inspiración del que hay al comienzo de otra serie de Sorkin, Studio 60 on the Sunset Strip. Sí, esta relación lo mismo está pillada por los pelos, pero bueno, demandadme.

PD: he hablado un rato de Sorkin sin mencionar The West Wing. Increíble-ble.

martes, 17 de mayo de 2011

Se acabó la sesión

Esta es una entrada que había pensado escribir hace dos semanas, cuando acabé la segunda temporada de En Terapia. Aunque de todas formas, mi opinión sobre ella no ha cambiado, y se resume en cuatro palabras: no era el momento.


Hace unos días le recomendé a un amigo la serie. Aunque se fía muchísimo de mi criterio, en un primer momento, conociendo sólo el título y el argumento no le convencía, pero cuando le hablé de su estructura, ya pareció más interesado. La cosa es que mi amigo vive con su novia, y por un momento me pregunté algo sobre lo que ya había pensado anteriormente: ¿es ésta una serie para ver en compañía? Dado el impacto emocional que en ocasiones supone, a mí me costaría verla acompañado, necesitaría que la(s) persona(s) con la(s) que la compartiese fuese(n) muy íntimas. Y aún así no sé si me atrevería a verla con más gente, quizás en parte por ese estúpido orgullo masculino del que también se hacen eco algunas de las terapias, aunque también por miedo a que aquello que me emocione deje fríos a mis posibles acompañantes.


Igualmente, considero que es una serie que hay que ver con el ánimo adecuado, no ya el del momento de ver el episodio, sino sobre todo el momento emocional que uno esté viviendo a la hora de afrontar la temporada. Y yo no escogí bien. O bueno, más bien las circunstancias no fueron. Terco de mí, decidí seguir adelante, y en la que seguramente fue mi peor Semana Santa, afectado por una muerte "cercana", me tragué nada menos que 25 episodios... terapia de choque sin duda. Dejé pasar el tiempo antes de encararme con los 10 finales, pero el "daño" ya estaba hecho, y la nueva tanda de pacientes no me entraron como lo hicieron aquella Sophie o aquel matrimonio en crisis. Incluso los enfrentamientos entre Paul y Gina la mitad de las veces se me antojaron repetitivos de lo ya vivido. Los encontré buenos, muy buenos, claro está, pero... no me "entraron", no compartí las pequeñas catarsis, los grandes descubrimientos, la fuerza de unas emociones finalmente desentrañadas. Aunque también es cierto que en esta segunda ronda el recorrido emocional no lo he encontrado tan preciso como el año pasado, sobre todo en los casos de Oliver y Mia. De hecho, algunos finales no han parecido tales, sólo un punto y seguido que habría que retomar en una siguiente sesión.






SPOILERS A PARTIR DE AQUÍ


Y así, la historia de Walter, el "caso" que más me ha convencido este año, se cierra como un "vamos a empezar desde aquí la verdadera terapia", con lo que lo visto hasta ahora parece un mero prólogo. Y si bien ha habido un gran momento de derrumbe emocional, a mí me pilló tan desprevenido que no supe asimilarlo, y en consecuencia me dejo algo frío.


Por otro lado, April, para mí el personaje más complejo, con su contradicción fragilidad/independencia, "digo que no quiero ayuda pero la pido en silenciosos gritos", abandona a Paul en un cierre quizás más afinado que el resto, pero siento igualmente que hacían falta al menos una o dos sesiones más, que todavía había algo por debajo que descubrir, aunque lo ya expuesto diese sentido a ese alma rota.


Pero vuelvo a lo dicho al principio, considero que el problema de esta temporada ha sido no haberla visto en el momento adecuado. Quizás mi propia necesidad de una gran resolución haya perturbado mi visión de las resoluciones parciales que han vivido estos personajes, y así, lamentablemente me ha sabido a poco.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Tiempo de hachazos y finales

Uff... no pensaba que llevase tanto sin escribir... es lo que tienen las vacaciones, aunque hayan sido cortas, jeje.

Al lío: la semana que viene las grandes cadenas estadounidenses harán públicas las renovaciones, cancelaciones y los grandes estrenos de cara a la próxima temporada, pero hoy se ha sabido un adelanto de la cadena Fox. Lie To Me ha caído, tal y como pronostiqué en mi entrada anterior, y con ella se va también otra que estoy terminando de ver, Escudo Humano, así como tres estrenos recientes, The Chicago Code, Breaking In y Traffic Light. De la última, una comedia de la que apenas conozco su argumento, no tengo nada que decir, mientras que la de Chicago me fastidia un poco; había leído muy buenas críticas sobre ella, y era la nueva creación de Shawn Ryan, el hombre detrás de The Shield, esa potente bomba llena de dañina metralla cuyo último tramo tengo previsto ver en las próximas semanas, y de los mejores episodios de Lie To Me. Así pues, es un poco como si hubiesen cancelado doblemente a Ryan, aunque ya hubiese dejado la fundación Lightman hace tiempo.

Pero para hablar de mala pata o gafe en cuanto a series, tenemos a Christian Slater y su Breaking In, otra comedia, con robos, alta tecnología y esas cosas. Entre las tres aventuras en las que se ha embarcado el actor, apenas ha conseguido llegar a juntar 33 episodios: su primer intento, My Own Worst Enemy, era una especie de Dr. Jekyll y Mr. Hyde ambientado en el mundo del espionaje, y personalmente me gustó mucho, pero fue cortada a los 9 episodios con un final demencialmente brusco. Luego probaría suerte con un procedimental diferente, pero que resultó cansino a las primeras de cambio, The Forgotten (Sin identificar), alargándose por 17 casos. Y ahora, con sólo 7 episodios, vuelve a estrellarse... Le deseo mejor suerte la próxima vez.

Por cierto, han dado el visto bueno al spin-off de Bones... que según la información que he leído me huelo que será algo sacado de la manga, prácticamente sin relación con la serie madre, más allá de que te presenten al protagonista en ella. Así cualquiera.