martes, 24 de enero de 2012

Olvidable


Uno de los motivos por los que escribo tan poco en el blog es porque me cuesta bastante tiempo realizar una reseña como Joss manda, y muchas se quedan a medio escribir cuando otra tarea me impide terminar. Tengo varias entradas empezadas, pero una vez perdido el hilo, me cuesta continuarlas, y mientras tanto esto se queda parado. Así pues, he decidido empezar a escribir pequeñas notas, más breves, menos elaboradas... y empiezo por una de las últimas series que he abandonado el pasado año: Imborrable (Unforgettable).

Como he dicho anteriormente, ahora me tomo el visionado de series con más calma, y eso hace que cribe más qué veo y qué no. Ayer abandoné ese espanto titulado Whitney a mitad del primer capítulo, y hace poco más de un mes dejé este policiaco tras cuatro episodios, el último de los cuales ya me había costado animarme a ver. La serie no está del todo mal, pero es sosa y no aporta nada nuevo. Volvemos a tener un procedimental con un investigador con habilidades peculiares (¡Hola, señor Monk! ¡Hola, Patrick Jane! ¡Cuanto tiempo, John Doe!) que va resolviendo casos semana a semana mientras merodea por ahí un crimen personal sin resolver (¡Hola, inspectora Beckett! ¡Hola de nuevo, Monk y Jane!). Ni su reparto plagado de ex-empleados de otras series (Sin rastro, Nip/Tuck, Trauma, el propio Mentatonta...) me resulta lo suficiente atractivo, ni sus tramas tienen nada especial, salvo por el recurso de la memoria perfecta, representada en pantalla de forma que no puedo evitar acordarme de la gran La Zona Muerta, y que tras un par de episodios ya parece repetitivo (quizás me equivoque, pero no voy a estar ahí para comprobarlo).

El único punto a favor destacable que le encontré fue la empatía de la protagonista para con las víctimas y sus familias, en contraste con series policiales menos dramáticas, como Bones, en la que es habitual que interroguen a la pareja del muerto y ésta se muestre menos afectada que si le hubiesen dicho que se les ha acabado el café (y peor aún, esto no le resulta sospechoso a nadie). De aquí se podría hacer toda una reflexión sobre la sobreabundancia de crímenes semanales y cómo se tiende a suavizar el género policiaco, pero... ya dije que la entrada iba a ser corta.

Próximamente: reflexiones ante el Black Mirror.