martes, 26 de julio de 2011

Rizzoli y... por ahí anda Isles

Diez episodios. Es una buena medida para poner a prueba una serie. No son ni los escasos seis episodios (escasos para los términos estadounidenses, porque los británicos hacen maravillas en "tan poco" tiempo) de algunas ni los en ocasiones excesivos trece de otras, en los que les da tiempo de perderse y aburrir al personal varias veces. Diez... o quizás incluso ocho, parece un número correcto para empezar a demostrar lo que pueden dar de sí un planteamiento y unos personajes concretos. Además, un número así anima más a hincarle el diente, presuponiendo terminar al menos este primer recorrido.

Rizzoli & Isles es una serie veraniega que dispone de uno de esos acortados trayectos para desenvolverse. Y me alegro de que así sea, de que no haya tenido oportunidad de perderse en casos banales durante más de una veintena de episodios. Basada en una serie de libros de una tal Tess Gerritsen, lo protagonizan una detective de policía (Rizzoli) y su amiga forense (Isles), y por lo poco que me he informado sobre las novelas, el personaje de Isles no aparece hasta la segunda de ellas, y quizás ahí radique parte del papel levemente secundario que tiene en la serie.

Así, mientras con Rizzoli tenemos flotando por toda la serie su ambiente familiar (¿soy el único al que le resulta extraño ver a Chazz Palminteri como fontanero padre de familia?), sus compañeros de trabajo, incluso sus ocasionales romances y su pasado con "El Cirujano", de Isles, salvo en dos episodios más centrados en ella, sólo tenemos apuntes muy sueltos, una cena romántica por aquí, una tortuga por allá... Vale, su propia personalidad y su pasado "muy a lo Bones" juegan a favor de que no haya mucha gente a su alrededor, pero podrían meterle un ayudante de laboratorio colado por ella, o unos entrañables vecinos (como la de Rizzoli del piloto) preocupados por ella. En cambio, la mayor parte del tiempo aparece a la sombra de la detective, bien como suministradora de información sobre el caso, bien como su amiga rarita, y a veces como ambas cosas a la vez, siendo la policía casi siempre el motor de la historia.

Y es que incluso en la cabecera de la serie aparecen un poquito más las fotos de Rizzoli que las de Isles. Y hablando de la cabecera, y de la serie en general, me parece un gran acierto el modo en que utilizan la ciudad de Boston y todo lo que la envuelve: el estrangulador, la maratón, la mafia irlandesa... Creo que desde la primera temporada de Crossing Jordan (curioso, otra serie con el apellido de una forense en el título) no había visto otros títulos de crédito con tan buen ritmo de violines.

Un inciso: Corren por ahí interpretaciones acerca de un supuesto subtexto lésbico entre las dos protagonistas, pero yo, salvo en el "episodio de las lesbianas", no vi nada más allá de una amistad. Pero claro, yo soy de los que también veía amistad entre Mulder y Scully mientras otros veían hasta sexo, así que no creo que sea el indicado en detectar y analizar esas cosas.

Sobre la serie en sí, no ha estado mal. Tras un primer episodio interesante, pero sin más, llegaron unos cuantos que se movían por el procedimental común, con casos variando entre lo soso y lo entretenido. Y entonces, en la segunda mitad de la temporada, parecen empeñados en cambiar el modelo que apenas estaban empezando a montar. Primero vino el séptimo episodio, mi preferido de toda la tanda, en el cual, utilizando como punto de partida la ya mencionada maratón de la ciudad, evento que reune cada año a más de 20.000 corredores, por no hablar de las familias y espectadores, crea un episodio tenso, dinámico, y desde luego distinto a los anteriores. Los dos siguientes episodios también se desmarcaban con tramas que pillaban de cerca primero a una y luego a la otra protagonista.

Y entonces nos encontramos con el episodio final... que funciona como metáfora de toda la temporada: estuvo bastante bien, pero dejaba que desear. Si bien tuvo momentos verdaderamente emocionantes, y se permitieron algunas licencias quizás un pelín atrevidas para una serie en otros aspectos más "blanca" o ligera, también hubo momentos en los que el ritmo y la tensión se perdían. Por no hablar de que hay detalles, como cierta amenaza de un detective a su teniente, que parecen impropios de personajes aún en pañales, como si nos hubiesemos perdido parte de su caracterización (lo mismo hace falta leerse los libros para conocerles mejor).

Así y todo, es una serie recomendable, que pese a sus fallos apunta maneras, y a la que merece la pena darle tiempo a ver cómo evoluciona.

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