viernes, 31 de agosto de 2012

24, Día 8: análisis de un maratón en tiempo irreal

Como ya comenté anteriormente, ya me tocaba hacer el maratón de la última temporada de 24. Llevaba un tiempo dándole vueltas a hacerlo esta semana, aprovechando que tengo cuatro días libres, y ayer me dio la venada de no esperar más y empezar. Y de la que estaba con el primer episodio, me apeteció ir  hacer un experimento e ir comentándola en el blog en tiempo "real", a la vez que veo la serie, en los ratos de relax que haya. Por ejemplo, esta introducción la escribo en la escena de presentación de la familia del presidente Hassan.

Así que aquí voy... son sólo ideas sueltas que me van surgiendo, espero que no os parezca excesivamente incoherente. Respecto a los spoilers, sólo afectan al episodio en cuestión (por si alguien lee esto y no ha terminado la serie).

Sólo una cosa antes de ponerme al lío: A las temporadas ocasionalmente las llamo Días, y las Horas que enumero son los episodios (horas de 40 minutos), no las 18 reales que me voy a pasar viendo la temporada. Y la veré en castellano, tras haberla visto cuando se emitió en inglés.

Hora 1

Lo primero: ¡de mayor quiero trabajar en una UAT! ¡En la que sea! Qué chulada de diseño... pena que ya no se oiga el mítico timbre de teléfono (el mismo que me puse en mis dos últimos móviles, dicho sea de paso).

Por lo general, me gusta el doblaje de esta serie, pero no es así con la voz que le han puesto a Dana Walsh (Katee Sackhoff).

Y tras un episodio de presentación (nuevos personajes, nuevas tramas... a diferencia del Día 6, que era básicamente "Día 5, parte 2"), llega un hachazo y las primeras dosis de adrenalina. ¡Ka-boom! (no negaré que la música ayuda mucho)

Hora 2

Cagada del doblaje en el previously: "- ¿y qué quiere (...) a cambio de su información? - Protección de la UAT e intimidad". ¡Inmunidad, panda cenutrios! ¡Que lo tradujisteis bien en el episodio anterior!

"- Ya casi estoy. - Vamos, Chloe... - Decir eso no hará que lo tenga más rápido" ¡Esta chica es la caña! xDD (y no es la última que suelta en este episodio)

Episodio sin acción, pero mucho más intenso que el anterior. Me encanta la madurez que han sabido darle a Kim, la otrora chica secuestrable, y que sea ella la que encarrile a Jack de vuelta al trabajo, en vez de repetir antiguas situaciones. 

Y ahora sí puedo decirlo, JACK IS BACK!


Hora 3


Jack Bauer interactuando (brevemente) con una pandilla de chavales, y después con un par de patrulleros (no recordaba que salía "Herc", de The Wire, haciendo otra vez de poli...) en los suburbios. Ojalá hubiésemos tenido más momentos de estos, un poquito de condimento entre tantos políticos y tantos terroristas.

Episodio demasiado intenso para comentar más... ¡finalazo de esos que me encantan, en mitad de la acción, con la adrenalina por las nubes!

Hora 4

Desde el Día 4, cada temporada empezaba con la emisión de los cuatro primeros episodios en dos noches consecutivas, con lo que tendían a plantear en ellos una trama completa (el plan A de los terroristas). Aquí la cosa se subvierte un poco: se resuelve la trama-prólogo en los primeros minutos de esta Hora, y el resto es más un replanteamiento de cara a los siguientes episodios, con la nueva amenaza, el regreso de Renee y la introducción de la mafia rusa.

Eh.. esto... ¿cómo es posible que la versión extendida del episodio dure casi un minuto MENOS que la versión normal? 


Horas 5 y 6


Aquí comienza la parte que recuerdo como más tediosa. El ex de Dana, el ruso moribundo, las represalias contra los opositores de Hassan... aunque me gustó cómo resolvieron el primer asunto, estos episodios se hacen pesados, no por falta de escenas acción, sino por falta de la propia tensión inherente a la serie. Quizás, si conociesemos de algo más que unos momentos a los personajes implicados, o estos me resultasen más carismáticos, ne interesarían más estas subtramas.

"Estamos en pleno protocolo". Debería haber hecho el maratón con el juego de beber de 24, en el que, entre otras cosas, hay que tomarse un trago cada vez que dicen protocolo, palabra comodín en esta serie.

Y otra voz que no me pega: la de David Anders (Sark en Alias). Que por cierto, si en todas las temporadas hay rostros conocidos, en ésta reconozco a casi un tercio de los que salen en pantalla, incluyendo a Callum Keith Rennie, al cual he mencionado recientemente por aparecer también en La Tapadera.



Horas 7 y 8


Y aquí fue donde caí rendido, tonto de mí. Un consejo, si algún día hacéis un maratón así, que no empiece al final de un día de trabajo, con 12 horas despierto a las espaldas...

Unas horitas de sueño después, continuamos:

Es curioso, en el episodio anterior el doblador de Jack habla en alemán con subtítulos incrustados en alemán y flotantes en castellano, y en este ocurre lo mismo con unos matones rusos hablando en su idioma natal... pero hay una escena en la que Jurgen Prochnow, el jefe mafioso, habla en su idioma natal en VO, mientras que su actor de doblaje directamente en castellano, con lo que los dobles subtítulos en pantalla quedan un pelín absurdos.

Dudas: ¿Jack sabe manejar cualquier teléfono/dispositivo que le pongan en las manos? ¿Y tiene algún sistema o número privado para ponerse siempre en contacto directamente con Chloe sin pasar por la centralita de la UAT?

Por lo demás, un par de episodios bastante mejores que los dos anteriores. Sigue perdiendo el tiempo en esas subtramas poco interesantes que comentaba, diluyendo la tensión, pero se van encarrilando. Sé que hacen cosas así para darle más peso a los personajes, pero a estas alturas ya deberían haber aprendido que cosas así sobran, o como mucho deberían ser leves pinceladas, no ocupar un tercio del episodio.

Hora 9

Ya tenemos una nueva zorra corrupia, en forma de investigadora del Departamento de Justicia. Se la identifica como tal incluso antes de abrir la boca.

"Hijo, no deberías hacer eso, o podrías lastimarte". Jack dixit xDD

Especial atención al pequeño momento retrospectiva (dentro de los parámetros de la serie) en una conversación entre Jack y el jefe de la UAT Hastings: "Yo he estado en su situación, en la que está usted ahora. Y sé lo que se sufre. Todo son exigencias. Muchas, poco razonables. Pero los que duraron, los que importaban, sabían cuando decir que no". Me han venido a la cabeza unas cuantas caras del pasado mientras lo escuchaba.

Y resulta extraño, aunque no excepcional en esta serie, que el episodio concluya con una trama secundaria.


Hora 10


Cuidado, que los terroristas están a las afueras de Forrest Hills... por ahí vivía Peter Parker xD Y ¡ey, ese agente tiene la voz de Tony Almeida! (a estas alturas ya me he acostumbrado a la de Dana)

A lo largo de la serie hemos tenido bastantes tramas familiares paralelas, pero aquí creo que nos meten una novedad: la familia de un secundario terrorista.

Muy buena toda la parte del hospital (pobre agente Owen, que pinta de futuro cadáver tiene...), con final tenso pero sin alardes.

Hora 11

"Has faltado al protocolo". A veces me pregunto si saben lo que significa esa palabra.

Un episodio contenido, con casi todo el metraje centrado en el hospital, un poco de transición, pero no por ello menos interesante.

Hora 12

Comenzamos con una escena claramente de exposición. Y una panda de polis muertos por no hacer caso a Jack. Si es que...

"Cabría todo en una memoria de 100 gigas". ¡Yo quiero un pendrive de esos!

Lo cierto es que se me han olvidado casi todos los "detalles" de esta temporada, pero sí que recuerdo que la huida de la hija de Hassan era una trampa.

Y con un impresionante final llegamos  a mitad de temporada.

Hora 13

"Estás a salvo. Eso es lo que importa", le dice Hassan a su hija. Sí, ya. Dile eso a las familias de más de media docena de agentes que han muerto por su aventurilla. Y hablando de aventurillas, ahí tenemos a SuperChloe reiniciando la UAT a punta de pistola.

Por otro lado, le llegó la hora a Owen. Al menos, murió como un héroe. Como un héroe más valiente que listo, pero héroe al fin y al cabo. Y ahí llega Renee, solucionando en unos segundos el tiroteo que había atrapado a nuestro héroe durante casi toda la hora (¿de verdad alguien creía que Jack había muerto?). Es una de las cosas que me gustan de esta serie, que no es siempre el protagonista quién resuelve las cosas, y en más de una ocasión, otros personajes, incluso extras, tienen que salvarle la vida.

Sobre lo de Dana como topo... pues no recuerdo si me sorprendió la primera vez, aunque creía que se sabía un poco antes. Será que como la primera mitad de temporada ha tenido episodios tan insustanciales, no los cuento.

Hora 14

Jack diciéndole al paramédico que no tiene rotas las costillas... ¡porque es Jack, y sabe cuando las tiene rotas y cuando no! Qué crack. Y otra carcajada que solté con su "El cabrón me ha colgado" xDD 

Aparecen otras caras conocidas, entre ellas Christina Cox y Michael Gaston, al acentuarse el foco al lado político de la trama. Y como casi siempre, surgen los traidores y las decisiones imposibles.

Horas 15 y 16

Dos episodios que se emitieron originalmente en la misma noche, y que concluyen de forma soprendente la trama en curso. Este final en falso, tan propio de la serie, es una muestra más (como si hiciese falta) de que aquí no siempre ganan los buenos. A lo largo de las temporadas hemos visto varios planes terroristas salir más o menos bien, incluyendo la detonación de una bomba atómica en una ciudad, por lo que nunca se sabe lo que puede ocurrir.

Un comentario sobre Dana: debe ser un regalo para un actor interpretar un papel de topo en esta serie, es casi como que te den dos papeles consecutivos. Dado que a principio de temporada ni los guionistas saben qué pasará a mitad de la misma, los actores interpretan sus personajes sin saber quién es un infiltrado y quién no, con lo que los interpretan con lo que tienen en ese momento, en unos registros que cambian mucho al descubrirse como traidores.

Y ahora, en mi visionado original, me quedaba con la más perfecta expresión de... ¿y ahora qué? A diferencia de otros "finales de trama" a mitad de temporrada anteriores, aquí no parece quedar ningún cabo suelto, ninguna tercera o cuarta amenaza en la sombra para continuar. Perlo la verdad es que lo mejor estaba por llegar.

Hora 17
Cambios y más cambios: Chloe de jefa de la UAT, jamás me lo hubiese esperado. ¡Jack tiene sexo! Reaparece el ex-presidente Logan, eso ya por sí solo es un indicio de problemas (y le han cambiado la voz, lo cual es indicio de que me va a sonar raro). Y entonces... Renee asesinada... ¡se acerca el armagedón!

Hora 18

Intrigas, traiciones, y Jack dando más miedo con un susurro al oído que golpeando la cabeza de alguien contra la mesa.

En una escena eliminada, la Presidenta le dice a Logan que hay guardias armados vigilando a Bauer, a lo que éste replica: "¿Cuántos guardias armados?" Eso es conocer a Jack y lo demás tonterías. Qué miedito le tiene xD

Hora 18

Es curioso, cuando lo vi en su momento me había puesto mucho más del lado de la Presidenta, pero esta vez no. Para nada. Y mucho menos cuando su asesor dimite haciendo caso a su conciencia.

"No es lo que he hecho, es lo que voy a hacer", Jack Bauer preparándose para entrar en modo berserker.

Horas 19 y 20

Cuando hablé de La Tapadera, comenté que había ciertas similitudes entre ambas series. Pues bien, aquí usan con Dana la misma técnica de tortura que en la otra serie.

"Es hora de quitarse los guantes", dice el ayudante de Logan. Lo que él no sabe es que esa también es la intención de Jack...

Me acabo de fijar en algo curioso: plano de la gran pantalla de la UAT, con dos personas cruzando por delante, plano de la gente que está mirando la pantalla, con otra persona cruzando por detrás suyo, y vuelta al plano del pantallón, con otras dos personas cruzando... ¿Habrá un trabajo en la UAT que consista básicamente en cruzar por ahí delante? (creo que ya desvarío, son muchas horas...)

Me encanta el estilo que tiene Jack para desmontar un arma sin dejar de andar siquiera. Mola.

Y en los últimos segundos se despeja cualquier duda: esta vez es por venganza. Y van a pagar.

Hora 21

Volvemos a tener, como antaño, una miniUAT actuando bajo el radar, aunque esta vez dentro de la propia UAT. ¿Y es que todo el mundo tiene silenciador?

Ha habido unas cuantas escenas de tortura a lo largo de la serie, pero ninguna me había dado tanta grimilla como la de este episodio. Au.

"- Vete al infierno. - Tú primero". Y ya llega el momento. El infierno se va a desatar, y su ángel exterminador se llama Jack.

Hora 22

"Eres veneno", le dice Taylor a Logan. Qué obviedad.

Frases fatalistas, como si no supiésemos que se acerca el final... estoy cansado, realmente enganchado, a la trama, y con toda esta tensión, encuentro pocos momentos para escribir,... Además, ¿qué decir de la escena de la "armadura"? Sublime, aunque la recordaba más larga. ¿Pero cómo no disfrutar de un Logan completamente acojonado?

"- No queda nadie a quien acudir. - Hay uno". La primera vez que lo vi, tenía la esperanza de que se refiriese a alguien del pasado, quizás el gran Aaron Pierce (de hecho, esta es la única temporada en la que no aparece).

¿Y la devoción que siente Pillar por Logan? Casi parece que estuviese enamorado de él...

Horas 23 y 24

El doble gran final. Como dije, esta vez no estaba para nada del lado de la Presidenta (aunque me es imposible odiarla viendo lo poco que le gusta lo que está haciendo), pero tampoco lo estaba del lado de Jack, en su ciego afán de venganza. Chloe. Ella es el centro moral del relato.

A media hora (irreal) para el final, todo parece perdido... pero la conciencia de Taylor lo cambia todo, y resulta estremecedor el momento en el que reconoce su error ante su asesor. Y entonces todo se precipita, y nos queda patente la locura de Logan, hasta ahora enmascarada como ansía de poder.

Los últimos siete minutos son emocionalmente intensos, recurriendo a lo que ha hecho grande esta serie, que no son ni sus grandes escenas de acción (que las ha habido), ni su tensión, sino sus personajes cargados de humanidad. Y aunque sigue pareciéndome un cierre más perfecto el del Día 5, éste también es muy bueno.

¡Hasta siempre, Jack!

Epílogo

Para mi sorpresa, en los DVDs viene un cortometraje que sucede después del final de la serie, titulado "El arresto de Chloe"... que es, simplemente eso, cómo la arrestan por ayudar a escapar a Jack. Francamente, se lo podrían haber ahorrado, salvo que fuese el prólogo a otra historia. Y viendo que la película de la serie sigue sin ser una realidad

Y ahora... a dormir.


La hora 25: resumen final
Después de unas buenas horas de sueño y de que me haya dado el aire, cerraré la entrada con unos breves comentarios sobre la temporada y la edición en DVD.

La temporada me ha gustado más en este segundo visionado. Cuando la vi hace dos años, para mí le lastraron mucho esas tramas secundarias de principio de temporada, la parte central me resultó entretenida pero muy similar a las anteriores, y la demoledora parte final eclipsó todo lo demás. Al volver a verla, si bien la primera parte sigue pecando de lenta y dispersa, le encuentro más sentido de cara a lo que sucede después. Por otro lado, la parte final no la encontré tan brutal como recordaba, por lo que supongo que la sorpresa influyó bastante en su momento. En conjunto, una muy buena temporada, bien desarrollada y un broche final a la altura de una serie que aunque había mostrado síntomas de fatiga, en buena parte por caer una y otra vez en los mismos patrones, demostró que todavía tenía buenas historias que ofrecer.

La edición en DVD, para empezar, me decepcionó físicamente, al haber abandonado los digipaks en la temporada anterior. Y de contenido, los menús son bastante claros, aunque más pobres que otras temporadas, lo mismo que el nivel de los extras, principalmente por faltarle los audiocomentarios que sí venían en el resto de temporadas. Por contra, cada episodio incluye un mini-making off para cada episodio, el mencionado corto, un par de extras un poco más largos (nada como el excelente documental de 90 minutos que venía con el Día 2), unas muy poquitas escenas eliminadas, y la opción de ver la versión extendida de algunos episodios... lo cual es básicamente una chufa. En otros Días, aunque no en todos, sí venían realmente versiones extendidas, con escenas inéditas y alternativas intercaladas en los episodios, mientras que aquí se han limitado a meter al final de cada episodio una escena eliminada, y para más inri (aunque quizás esto sea cosa de mi reproductor) no cambia de pista automáticamente, con lo que al escuchar el episodio en castellano y venir esa pista en inglés, tengo que cambiar a mano el idioma o ver la escena muda. En fin... al menos la calidad de imagen y sonido no presenta ningún fallo.

Y con esto termina el experimento, la crítica, y supongo que el último maratón de este estilo que haga... aunque me han entrado ganas de volver a ver el Día 1, cuando todo era bastante más sencillo, y comparar qué fue y en qué se ha convertido la que posiblemente sea la mejor serie de acción que se ha hecho hasta ahora.

jueves, 23 de agosto de 2012

Comprar o no comprar

A raíz de la estúpida polémica sobre la cabeza de Bush en Juego de Tronos, por la cual han dicho que en futuras ediciones quitarán esa imagen de la serie, me dió por empezar a filosofar un poco (mentira, aquí viene un tocho) acerca de las ediciones en DVD y mi actitud frente a ellas (cuando digo DVD, también podría incluir los BluRays, aunque de momento mi colección en ese sentido se limita a tres discos). Y luego, a raíz de los últimos comentarios acerca de la edición española de Los Vengadores, me ha dado por lanzarme y terminar la divagación.

Empezaré remontándome a mis primeras adquisiciones, allá por el siglo pasado, cuando las únicas series que tenía eran las que había grabado religiosamente semana tras semana. La primera serie que compré, por fascículos y en VHS, fue Twin Peaks. Posteriormente sacaron tres ediciones en DVD, cada una mejor que la anterior, en 2002, 2006 y 2007, y yo caí y casi compro las tres: la primera era una bazofia, con la imagen casi peor que la de las cintas de vídeo, y terminé revendiéndola, la de 2006 fue editada en tres packs, y ya me había comprado el primero cuando anunciaron la cajita dorada del año siguiente.

Pero poco antes de eso, en 2001, un servidor ya había caído en la fiebre consumista de los DVDs, aunque principalmente con películas; las series por aquel entonces eran pocas, y caras. 60 € por un monstrenco de edición de Ally McBeal (cada uno de sus seis discos, sin folleto ni nada, en su caja de tamaño DVD standard), o por Friends (discos de doble cara, sin más extras que el videoclip de "I'll be there for you"... en cada una de las caras de cada disco), y ¡¡120 €!! por Expediente X (en deliciosos digipaks, eso sí).

Ya en 2004, había visto unos cuantos episodios de Alias en AXN, así que cuando la sacaron a la venta al, por aquel entonces, maravilloso precio de 40 €, me lancé de cabeza. No compraba sin medida, pero tampoco tenía un baremo particularmente alto. De hecho, hay una película (no desvelaré cual), que lleva cerca de una década en mi estanteria sin haberla visto jamás... pero es que venía en un pack con otra al irresistible (ejem) precio de 18 €. Y, lógicamente, mientras mi colección crecía, mi espacio libre disminuía.

Con el tiempo aprendí a controlarme, incluso me fijé un límite de precio para las películas, 10 €, y para eso tenía que ser una edición especial bien cargadita de extras. Respecto a las series, el criterio era más variable, pero también fui bastante comedido. Ahora bien, cada vez estoy más convencido de que es mejor esperar a la edición de la "serie completa" que ir comprándola religiosamente año tras año.

Por ejemplo, hace poco han metido de mala manera en una caja de cartón las mismas ediciones de Alias de hace 5 años + un nuevo disco de extras (podéis ver en la imágen de arriba que hay un hueco a la derecha... sí, vacío). La "edición", por llamarla algo, es una cagadita, pero sale al precio de temporada y media de lo que me gasté yo, e incluye ese disco nuevo, aunque la verdad es que en este caso me importa más bien poco. Luego si nos vamos al extranjero, la lista de series terminadas, incluso "muertas" hace años, reeditadas con mejoras (aunque sólo sea la presentación) se hace inmensa.

En el caso de Juego de Tronos lo que se habla es más bien al revés: Si llegado el caso decido comprar la serie completa, casi seguro que tenga más extras y tal (aunque casi apostaría a que faltarán cosas de las temporadas sueltas, y no hablo del libreto de la edición limitada...), pero también tendré la versión Spielberg/Lucas de ese episodio... aunque sólo es por una imagen tonta, así que me da lo mismo. Otra cosa es que decidan seguir con los retoques.

La verdad es que desde hace un par de años casi no compro nada que no sea por puro completismo, y aún así me cuesta... la última temporada de 24 pasó más de un año editada antes de que la adquiriese, y es que entre unas cosas y otras, como el "detallito" de que ya no viene en digipaks en los que tenian las seis primeras, o que han quitado la opción de ver las escenas eliminadas y alternativas durante el propio episodio, cada vez me cuesta más comprar. Y si lo hago es más por los extras, desde luego.

Luego está el caso de The Shield. Mi primera toma de contacto con ella fue hará ya unos siete años, cuando la emitía AXN, y apenas me daba el tiempo justo a ver el episodio en el interludio para comer que tenía por entonces mi jornada laboral. De aquellas también descubrí Alias y alguna pequeña joya medio-olvidada como Metrópoli (Boomtown).

Sobre The Shield, por aquel entonces llegué a ver hasta su cuarta temporada, aquella en la que participó una Glenn Close pre-Damages. Para cuando llegó la siguiente temporada, mis circunstancias personales habían cambiado, y no llegué a verla. Ahora bien, empecé a comprar la serie en DVD poco a poco según fue saliendo a la venta, siempre aprovechando las oportunas rebajas. Así un buen día, me encontré con más temporadas en la estantería de las que realmente había visto, y decidí retomarla de una vez, desde el principio, esperando empalmar el visionado con la salida a la venta de las últimas entregas, y así no tener que aguantar mucho tiempo las ganas de más episodios. Qué equivocado estaba, y en más de un sentido. No sólo se retrasaron en exceso los DVDs de la séptima y última temporada (de hecho ha salido a la venta hace ahora un año, apenas treinta meses después que la sexta), sino que yo mismo no llevé el ávido ritmo que pretendía. Vi las dos primeras con sus extras, y cuando estaba con los primeros compases de la tercera, fui dejándolo y dejándolo... y pasaron meses hasta que decidí continuar.

A partir de entonces fui continuándola casi a trompicones, aunque la serie en sí me encantase, pero me daba cierta pereza el ritual de coger la caja, sacar el disco, meterlo en el lector, tragarse o tratar de saltarse los anuncios antipiratería, llegar al menú, escoger el episodio, y asegurarse de que está en el idioma y con o sin los subtítulos que quiero. Y cuando termine el episodio, volver a navegar por los menús, que en algunos casos llegan a ser engorrosos... Más de una vez me pregunté (sin una respuesta del todo lógica) por qué no seguía viéndola en DVDRip.

No me malinterpretéis, me encanta tener mis series favoritas en DVD (aquellas que no han editado como el culo, claro... ay, ReGenesis, ay....), pero cada vez le veo menos sentido práctico, y de hecho, a principios de año empecé a descargar también aquellas series que compro o sé que compraré. Me es muchísimo más cómodo tener todos los episodios juntos, y más cuando no quiero ver una temporada, sino sólo revisionar un episodio, o simplemente comprobar algún detalle de un episodio anterior. Incluso se me ha pasado por la cabeza ripear los extras, para tenerlas así, "de fácil acceso".

Porque esa es otra: los extras, aunque en principio los extras es un punto a favor del DVD, también termina siendo un inconveniente. Hasta la sexta temporada de The Shield, no venía la opción de "Ver todas" para las escenas eliminadas, sino que tenías que estar pulsándolas una a una, con la consiguiente pequeña espera para que cargase... por no hablar de las ocasiones en las que incluyen el copyright en cada extra, por minúsculo que sea. Y ciertamente, se le quitan a uno las ganas de ver 20 fragmentos de cinco segundos, si para ello vas a tardar el doble, o más. Que sí, que parece muy poco tiempo, pero 10 segundos aquí, 8 allá... terminan siendo demasiados segundos simplemente esperando.

La única excepción que veía a corto plazo para esta sequía de compras iba a ser Los Vengadores, la maravilla cinematográfica de Joss Whedon que dentro de poquito iba a ocupar su sitio en mis estanterías. Ahora bien, aún en este caso ya la estaban "liando" sacando varias ediciones, que si la 3D (me alegro de que no me interese) no tiene el disco de extras que sí tiene la edición metálica, y que si en EEUU sacarán un maletín (precioso) que incluirá todas las películas y noquierosaberquémás no vaya a terminar pillándomelo también... Y entonces va y cae la bomba: en las ediciones españolas, salvo rectificación de última hora, no viene el audiocomentario de Joss Whedon, algo que a unos les dará igual, pero que a servidor realmente le jode, y mucho. Teniendo en cuenta que sus audiocomentarios para Buffy han sido de los mejores que jamás he escuchado (y me he tragado bastantes), por lo que para mí era el extra que más deseaba tener. Hasta me estoy planteando cancelar el pedido, y no sé si comprarla en el extranjero, donde sí consiga ese extra, aunque sea sin subtítulos, o esperarme unos años a una reedición que sí lo incluya (algo que ha pasado con otras películas).

Así, aunque tenía claro que pese a comprarla, también la iba a descargar, por la comodidad anteriormente descrita, pero ahora la opción de compra se me antoja menos deseable. ¿Que sólo me apetece ver la escena de Tony Stark soltando puyas a diestro y siniestro al llegar al helitransporte? Pues recurro a la versión descargada. ¿Que quiero ver los extras? Pues a la edición comprada. ¿Y si me apetece disfrutar del audiocomentario? Pues me jodo... o la compro fuera, o busco a ver si hay suerte y circula por internet. Y así no, señores, así no. Son cosas como esta las que nos queman a los que nos gastamos/gastábamos buena parte de nuestros ingresos en series y películas, y si ya tenía pocas ganas de comprar más, ahora aún menos.

Repaso veraniego

Ah, el verano. Época de calores, fiestas, cambios en la rutina y, muchas veces más mal que bien, en el ritmo vital... Qué poquitas ganas estoy teniendo estos meses, no ya de escribir, sino de tan siquiera ver series, películas, o aproximarme a un nuevo libro. Pero hoy, aprovechando el descenso de temperaturas, y antes de que mi lista de entradas pendientes de publicar alcance las dos cifras, intentaré centrarme y hacer algo medianamente productivo (fuera del trabajo, se entiende).

Como decía, estoy en una época de bastante desgana, lo que implica mayores reparos al acercarme a una nueva serie, incluso en ocasiones a reencontrarme con viejos conocidos, razón por la que una docena de episodios de una propuesta tan ligera como White Collar descansan en mi disco duro. ¡Si este año apenas le he hecho caso a los tres dias de Expediente X! Así, casi todo lo que estoy viendo estas semanas son series ya empezadas, incluso favoreciendo revisionados sobre los nuevos episodios. Vamos, que cuando mejor lo he pasado ha sido al volver a ver las dos primeras temporadas de esa joya llamada Community. Y cada vez tengo más ganas de volver a los universos de Ángel, Firefly, El Ala Oeste o Urgencias.

Comencé Smash, y pese a que algunos la ponen muy bien y en líneas generales me gustan los musicales, y más aún las historias sobre las trastiendas de lo que ve el público (Las Vegas, Lou Grant, y todas las series de Aaron Sorkin entrarían en esta descripción), lo cierto es que ni fu ni fa. También comencé The Fades, demostrando que la "fantasía urbana británica" y yo estamos reñidos (ahí quedaron Hex, Demons, Bedlam o Being Human, también abandonadas), y una serie canadiense llamada La secta (The Cult), que salvo por un par de detalles no deja de ser la versión larga de un drama de telefilme.

Por contra, voy cerrando y avanzando en otros relatos, como estos:

- La tercera temporada de The Good Wife: sigue siendo una maravilla superior a la mayoría de lo que se emite actualmente, pese a no estar del todo a la altura de las dos temporadas anteriores. Mención especial al sorprendente cambio de ritmo del 3x10, con su particular "todos a las armas".

- Cougar Town: tragada (esta sí) toda su tercera temporada en dos semanas. Humor rápido, absurdo, autorreferencial, y de fácil digestión. Estupendo el mini-homenaje a Scrubs.

Friends: abandonada durante la séptima temporada cuando dejé de ver la tele (de hecho estoy viendo esa misma temporada, encontrándome episodios que recordaba y otros que no), dentro de poco terminarla dejará de ser una de mis asignaturas pendientes. ¿Qué decir de ella? Ya no me parece la maravilla que fue su momento, pero sigue siendo francamente divertida.

El mentalista: vaya final de temporada más sosainas, de verdad... y eso que la serie en sí ya lo es (uno de mis narcóticos favoritos), pero supongo que el final del año pasado nos malacostumbró.

- Harry's Law: divetida por momentos, pero les encuentro una falta de encanto (o de carisma) a sus personajes, quedándose apenas en una una sombra de lo que fue Boston Legal.

- Dos chicas sin blanca (2 Broke Girls): no sé qué tiene esta serie, que sin ser nada en especial, me gusta bastante. Y no es por alegrarme la vista con las protagonistas, que no me resultan especialmente atractivas. Quizás sea su tono a sitcom clásica, sin estridencias...

- Grimm: como la mayoría de esta lista, voy poquito a poco con ella (creo que ahora mismo llevo dos semanas sin ver un episodio), y todavía no ha dado el estirón que le pronostico, pero sigue apuntando maneras.

- The Middle: tengo sentimientos encontrados con esta serie. Me gusta, pero se me hacen largos los episodios. Algunos, de hecho, los he visto en dos partes, porque me da la sensación de que los episodios duran más de sus acostumbrados veinte minutos, y si bien cojo el siguiente episodio con ganas, hacia los quince minutos ya empieza a cansar.

- Torchwood: Miracle Day: la verdad es que quería escribir una entrada más extensa sobre esta serie, pero será en otro momento. ¿Decepción? Ninguna. Desde luego no me esperaba que la cuarta temporada del spin-off más adulto de Doctor Who, pese a su título, fuese otro milagro como lo fue su temporada anterior, la miniserie de 5 episodios bautizada como Children of Earth (si todavía no has visto, no sé a qué esperas... recomendable incluso sin ver las dos temporadas previas). Pese a la "americanización" de la serie, en parte también ha sido el mismo Torchwood de antes, una mezcla extraña, ni de aquí ni de allí, y que ha traído a la franquicia actores, directores y guionistas de obras tan diversas como A dos metros bajo tierra, Urgencias, Buffy, Ángel, Expediente X, House, Battlestar Galactica, The Shield,...

Claro que hay cosas que chirrían (¿pero acaso no lo hacían en las dos primeras temporadas?), y desde luego le sobra algo de metraje, pero el conjunto me ha dejado moderadamente satisfecho, apuntando por el camino interesantes conflictos éticos, un poco en la estela de la tercera temporada. Mi mayor queja es que este sí sea el final de la serie, mucho menos apropiado que el de Children of Earth.

Y dejo para el final el comentario más largo, que es para... (sin redobles, por favor)

- La Tapadera: Pues no acababa de decir que no había encontrado ninguna serie que me diese los chutes de adrenalina de 24, cuando esta serie me sorprendió con dos potentes episodios llenos de tensión y giros muy en la línea de la serie en tiempo real.

Esta historia, continuación de la película del mismo título que hará 20 años (ahí es nada) protagonizaron Tom Cruise, Gene Hackman, Sally Field..., es una de las series más díficiles de clasificar de los últimos años. Empezó como un procedimental judicial, con el caso de casa semana envuelto en la historia que abre y cierra cada episodio a través de flashforwards (¿o debería decir que la mayor parte de los episodios son flashbacks?). Los problemas de esta estructura aquí son varios: la diferencia de ritmo entre esas secuencias y el resto del episodio son abisales, la mayor parte de esos casos independientes eran un tostón apenas animado por lo que te pudiesen interesar los personajes, y tampoco ayuda la idea de meter tramas secundarias en el colegio al que asisten tanto la mujer como la hija del protagonista.

Ahora bien, cuando la conspiración pasa a un primer plano es cuando los guionistas demuestran su valía, regalándonos no sólo ese par de episodios que mencionaba, sino un puñado de buenas ideas, aunque en alguna ocasión nos tomen por tontos a los espectadores. Otro gran problema de la serie es uno que 24 por lo general supo manejar mucho mejor, reinventarse cuando le pegan dos tiros mortales a su trama principal y te quedas con cara de "¿Y ahora qué? Si se han cargado al malo y han desactivado todas las bombas..." en el capítulo 18, con media docena aún por delante; lo malo es que La Tapadera tras su final en falso decide volver al juzgado, pasando de los casos individuales (parece que eso sí lo aprendieron), pero quemando su potencial y perdiéndose nuevamente en terrenos en los que está mucho más versado David E. Kelley (como en la mencionada Harry's Law).

Para rematar, y aviso por si sois muy escrupulosos de que en este párrafo hay un ligero spoiler, resulta hiriente que, aún sabiendo su cancelación, la serie termina no ya de forma abierta, cosa hasta cierto punto perdonable, sino con un nuevo ramalazo de adrenalina, como riéndose de nosotros.

Una curiosidad al margen: poco antes de en La Tapadera, había visto a los actores que interpretan al hermano y a la mujer del protagonista (Callum Keith Rennie y Molly Parker) como matrimonio fracasado en Sullivan, un destacable policiaco canadiense al estilo del Doctor Jekyll.

martes, 24 de julio de 2012

Un toque de Bauer

La semana pasada llegó finalmente a mis manos (he tardado más de un año en comprarla) la última temporada de 24. No sé si he tardado tanto en adquirirla por algún deseo de no "cerrar" mi relación con esta serie y su protagonista, Jack Bauer, pero sí que han influido mis pocas ganas de seguir ampliando mi DVDteca, cuestión sobre la cual tengo a medias otra entrada del blog.

Sea como fuere, no tardaré mucho en volver a realizar esa deliciosa locura que he hecho temporada tras temporada: ver sus 24 episodios a lo largo de un único día, emulando en lo posible el ritmo de la serie. En ocasiones lo he hecho con pequeños parones (dormir, y esas cosas), en otras me he visto las 18 horas que dura la temporada del tirón, aprovechando los títulos de crédito para correr al baño... Pero antes del empacho, queda darle cierre a la nueva serie de Kiefer Sutherland, Touch, con los dos últimos episodios de una primera temporada que he ido degustando espaciadamente, a pequeños bocados, no porque no me guste, sino por esperar a tener un estado de ánimo adecuadamente buenrollista para disfrutarla mejor.


Lo cierto es que para mí ha sido una grata sorpresa este relato sobre un padre abnegado, su hijo autista, y las conexiones numéricas que mueven nuestras vidas, algo a lo que ha ayudado la longitud de la temporada, 12 episodios. Aún no conozco el número de episodios que tendrá su segunda temporada, pero en mi opinión debería quedarse así, de forma que no disperse su trama o sufra los mismos males de la anterior serie de su creador, Héroes. Y si bien Touch hereda ese tono pseudomístico y global que ya tenía aquella, no resulta nada forzado, salvo por ese filtro como de mentalidad estadounidense que empaña un poco las tramas que suceden en otros puntos del planeta. Es decir, sí, te presentan historias en Brasil, Japón o algún país africano... pero, dejando de lado los estereotipos, que los hay, eso mismo lo podrían haber contado en Chicago, Seattle o Kentucky, casi nunca hay rasgos propios de ese lugar, como si todo el planeta fuese un poco lo mismo.

Obviando este aspecto, Touch es un verdadero disfrute, siempre y cuando entres en su "juego" y creas por unos minutos su fantasía, esa especie de realismo mágico en el que se mueve. Así, ver aparecer constantemente las mismas secuencias numéricas hasta en los lugares más insospechados, o ir descubriendo cómo todas las tramas del episodio están o van a estar de alguna forma relacionadas, a veces de modos sorprendentes, forma parte de un pacto de complicidad que, una vez aceptado, es resuelto de forma natural y muy satisfactoria, sin caer en un exceso de ñoñería en el proceso.


La serie en el fondo puede entenderse como una versión modernizada y planetaria de historias de buenos sentimientos tipo Autopista hacia el cielo y sucedáneos (como Tocados por un ángel... de la que, coincidencia o no, comparte lo del "toque" del título), cambiando al enviado divino por una suerte de mística numerológica (creo que lo suyo hubiese sido llamarse Numbers, de no haber existido ya una serie reciente con ese título). Bien alejada de los planteamientos y personajes de la anterior serie de Sutherland, no obstante encara su lado menos amable en la gran trama contínua de la temporada, pero sin llegar todavía a mostrar el menor atisbo de verdadera oscuridad. Otro punto destacable es su melodía, de las más reconocibles de los últimos años, que contribuye al ritmo del relato, y merodea juguetonamente por los episodios sin llegar a cansar, como ya lo hiciese en su momento la de 24, en uno de los pocos puntos en común entre ambas series.


Y volviendo a la serie en tiempo real, o mucho me equivoco, o no hay nada en el panorama televisivo actual que proporcione esa dosis de adrenalina que me aportaba esta serie. Y ciertamente, lo echo en falta. Podría analizar la serie desde muchos ángulos, señalando que fue pionera en esa costumbre de presentar una secuencia de créditos iniciales reducida a su mínima expresión (en este caso por motivos de coherencia), o meterme con las tan cuestionadas implicaciones éticas y políticas de sus tramas, pero voy a pasar de todo ello, y en su lugar comentar una de mis ideas locas.

Mi "teoría", por llamarlo de algún modo, es que 24 está dividida en tres claros ciclos, o etapas, de tres temporadas (el último ciclo, al quedar la serie en 8 temporadas, quedó truncado). No digo que esto sea algo real o premeditado, que de hecho no lo es (en esta serie se movían sin un plan a largo plazo establecido), sino más bien una forma en la que me gusta pensar en la serie. Y si bien hay factores que niegan esta división, algunos de los puntos en los que apoyo mi idea (a partir de aquí, con ligeros spoilers) son los siguientes:

Las mujeres de Jack: En el primer ciclo, tenemos a Nina Myers. En el segundo, a Audrey Raines. Y finalmente, en las dos últimas temporadas, Renee Walker. La gran diferencia es que con la primera, la relación romántica ha sido antes del comienzo de la serie, para pasar a lo largo de su etapa a una relación de auténtico odio, por razones obvias.  Por otro lado está Kim Bauer, presente en toda la primera etapa, mientras que en el segundo ciclo sólo hace una relativamente pequeña aparición en mitad del Día 5 (la temporada central del ciclo), volviendo a aparecer, aunque secundariamente en las dos últimas temporadas.

La presidencia: Sin lugar a dudas, David Palmer fue el gran presidente de las tres primeras temporadas, incluso teniendo en cuenta que en la primera sólo era el candidato a ocupar la Casa Blanca. En el segundo ciclo, tenemos un casi contínuo baile de presidentes, en cuyo centro está el inícuo Charles Logan, que accede al cargo hacia el final del Día 4, lo pierde en el 5, pero igualmente merodea en el 6º, mientras otros van ocupando el cargo. Y luego tendríamos a Allison Taylor al mando de la nación en las últimas temporadas.

La UAT/CTU: En las tres primeras temporadas, Jack está al mando de la Unidad Antiterrorista de Los Ángeles (o de parte de ella... el organigrama que tenían en el Día 3 no me quedó muy claro), para pasar en las tres siguientes a colaborar con ellos, pero yendo por libre. En el recortado ciclo final, Jack sigue siendo un colaborador extraoficial, pero con el cambio de escenario a la costa este, la unidad que nos había acompañado esos seis años ya no aparece, siendo sustituida por el FBI en el Día 7 (una CTU light) y por la unidad de Nueva York en la última temporada.

Emisión: El primer ciclo se emitió como temporadas normales, comenzando en otoño y terminando en Mayo. En el segundo y tercer ciclo el formato de emisión pasó a empezar en enero, con cuatro episodios en dos noches consecutivas como arranque de cada temporada.

"Expansiones" de la serie en otros formatos: las tres temporadas del segunda etapa son las únicas que fueron precedidas de pequeñas precuelas (7-12 minutos) y tuvieron diversos spin-offs (24: Debrief, 24: Conspiracy, etc.), mientras que los otros dos ciclos sólo tuvieron un "complemento": un videojuego para PlayStation 2 que enlazaba las temporadas 2 y 3 en el primero, y la película para televisión 24: Redemption en el último.

Bandas sonoras: se han editado tres discos con el score de la serie, uno abarcando las tres primeras temporadas (primer ciclo), otro de los Días 4 y 5 (segundo ciclo), y otro únicamente de 24: Redemption (tercer ciclo).

Hay algunos más, pero esta entrada se me está yendo ya mucho de extensión (¿alguien ha seguido hasta aquí? ¡gracias, y enhorabuena!). Lo que sí que me están entrando ganas, más que de ver el Día 8, es de hacerme un repaso de la serie completa, a la espera de que algún día decidan hacer de una vez la tan rumoreada película y pueda volver a exclamar aquello de "Jack is back!"

viernes, 1 de junio de 2012

Chorradillas: Thor y Blancanieves

Empiezo el mes con una entrada corta (y así le quito de nuevo las telarañas al blog). No sé si alguien se habrá dado cuenta de esta curiosa pseudo-relación, pero allá va:

Chris Hemsworth a partir de hoy está en cartelera con dos películas. Por un lado encarna a Thor en Los Vengadores (¡alabado sea Joss!), y por otro es el cazador de Blancanieves y la leyenda del cazador (con la pavisosa protagonista de Crepúsculo haciendo de la princesa del cuento).

Ahora bien, el fin de semana pasado me lo encontré también en la (hasta ahora) última película de Star Trek, interpretando nada más y nada menos que al padre de James T. Kirk, cuya madre resultaba ser Jennifer Morrison, la antaño discípula de House, y que actualmente en la serie Once Upon A Time... redoble de aviso de spoiler (adivinable) del primer episodio...... es la hija de Blancanieves (no la de la película, claro está). ¡Vaya enredo familiar y vaya ligón el "Thor", que no le bastaba con la hija! xD

viernes, 27 de abril de 2012

Otra ronda de comienzos

Hay gente que asegura una y otra vez que la medida de una serie es la temporada, pero aquí el que escribe, en parte por el enorme número de series que me llaman la atención, y en parte por mi condenado completismo, no me permito darle tanto margen a una serie, menos aún ahora que he reducido mi ingesta de diversión catódica, y menos aún con las series de veintitantos episodios. Hablando en términos generales de las series norteamericanas (las europeas funcionan de forma distinta), tampoco me limito a ver el piloto, salvo en aquellos casos que este me da tan malas vibraciones que paso, sino que más bien veo los dos primeros episodios, a poder ser seguidos.

Y es que en no pocos casos, un primer episodio prometedor se queda en agua de borrajas una vez puesta en marcha la maquinaria, y en muchos más, al piloto le falta o le sobra algo que cambian de cara al resto de la serie. Así, es bastante normal ver que en el segundo episodio añaden o quitan personajes (Raising Hope, CSI), que cambian las oficinas o donde quiera que pasen la mayor parte del tiempo (Alphas), que varían detalles del tono o la trama de la serie (cambios de apellidos, relaciones entre los personajes, aparición de subtramas...), o incluso cambios en la tonalidad de las imágenes (como pasó con House). Por ello, considero que el piloto normalmente no es suficiente para valorar lo que la serie va a ofrecer, y a partir de ahí dejo a mi instinto que decida si seguir o no, y lo cierto es que acierta la mayor parte del tiempo, el jodío.

Así pues, vamos otra vez con más estrenos probados en las últimas semanas, en mi particular modo express:

Awkward, o la enésima serie de instituto que va de diferente: demasiado teen y demasiado poca mala leche. A la papelera.

Forbrydelsen / The Killing: vi con un día de diferencia los dos primeros episodios de ambas series, y el primero es casi un calco, cambiando ligeramente detalles, como la edad de los críos, y obviando algunas escenas, seguramente porque la danesa dura un cuarto de hora más por episodio. En el segundo ya empiezan a notarse más las diferencias... veré ambas, aunque me ha atraído más la original, por esa cercanía tan europea.

Touch: una actualización de series buenrolleras, de ayudar a la gente, como fueron Autopista hacia el cielo, Tocados por un ángel o Edición Anterior, sustituyendo el elemento mágico o angelical de aquellas por un niño autista que "ve" las pautas y patrones que nos conectan... lo cual podría considerarse, al fin y al cabo, otra forma de llamar a la magia (no viene del todo al caso, pero esto me recuerda la famosa cita de Arthur C. Clarke: "Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia"). Por cierto, ya podía Kiefer Sutherland haberse puesto gafas, dejado perilla, habituado a llevar camisetas chillonas, o algo... para este nuevo papel, porque no dejo de ver a Jack Bauer en él. Si a esto le sumamos detalles que su creador, Tim Kring, ha trasplantado casi tal cual de su anterior serie, Héroes, queda un batiburrillo interesante, pero que puede cansar muy rápidamente. Quizás le vendría mejor más continuidad...

Terra Nova: un primer episodio (doble) interesante, uno a continuación que no estaba mal, pero... el cuarto me hundió. Ya desde la escena inicial, con su cueva de cartón piedra, la forma de estar rodada y el desarrollo de la misma, me pareció estar viendo un episodio de SeaQuest. En serio, han clavado perfectamente la esencia de aquella serie... lo malo es todo lo que ha llovido desde entonces, y que en una serie nueva no juega el factor nostalgia, menos cuando no hablamos de una serie particularmente notable en su momento (recuerdo grabarla, para luego quedarme sólo con los dos o tres episodios que merecían la pena). Pasan los días sin que me apetezca seguir, y ganas me dan de saltar al último episodio para ver en qué dejaron la cosa antes de la cancelación.

The River: ocho episodios, cancelada, argumento misterioso e interesante... es una serie que parecía perfecta para un maratón de fin de semana. Salvo que el primer episodio me dejó tan frío que ni vi el segundo. Mi completista interior me dice que siga, pero me da una pereza enorme.

Raising Hope: de lo mejorcito que he visto este año. Lo peor de esta serie es que ha desplazado a The Middle como la comedia disfuncio-familiar que me apetece ver en este momento. Bueno, también me parecía mala la secuencia de créditos, pero pasados unos episodios, la recortaron a la mínima expresión. Ritmo rápido y ligero, dilatando la barrera entre el absurdo y lo humano, oscilando entre momentos gamberros y otros más sutiles, con generosos puntos de humor... y desde luego, Hope es adorabilísima.

XIII: una ensalada de tiros, hostias y conspiraciones muy de manual, aunque con un par de ambigüedades, y algo escasos de adrenalina (¿habrá dejado 24 el listón muy alto?). Se queda en reserva, para cuando apetezca pausar el cerebro.

Pan Am: creía que no me iba a gustar, pero me ha sorprendido gratamente esta historia de azafatas y pilotos de los años sesenta, aunque chirrían algunos detalles (y no, no me refiero a los chromas, que también). "He disfrutado de cada momento", dice una de las protagonistas acerca del año, 1963, que se acaba... cuando hace poco más de un mes que han asesinado al Presidente Kennedy. ¡Insensible!

La Tapadera: hombre, mal no está, pero la dicotomía entre esos comienzos y finales de episodio tan frenéticos con ese remanso de paz que es el resto del episodio, me temo que va a terminar jugando en su contra. Se nota que han intentado repetir la estructura fragmentada de Damages, sólo que en aquella no había un evidente "caso de la semana" que lastrase y retrasase la trama principal.

El misterio de Ángela: un policíaco cancelado hace años, me puse con él por si me encontraba con una de esas series que no merecieron el hachazo, pero qué va... personajes y casos simplones, y poco interés por acabar sus apenas trece episodios. Otra que adios.

lunes, 23 de abril de 2012

Espejo, espejito negro...



No sin retraso, como no podía ser de otra manera viniendo de mí, paso a analizar esta ¿miniserie? británica tan alabada por la crítica, pero que a un servidor, pese a no disgustarle, no le pareció para tanto. ¿Tan escasos andamos de buenas propuestas que a la mínima que alguien se sale de lo habitual ya hay que encumbrarle? ¿O es que me he vuelto demasiado exigente? De hecho, Charlie Brooker, el autor de esta obra ya fue (en mi opinión, claro está) excesivamente alabado por un trabajo anterior, Dead Set, aquella miniserie que mezclaba una plaga zombie con el programa Gran Hermano, pero en la que una vez asimilado el planteamiento te quedabas con un relato más de muertos vivientes, incluso con un final que se me antojó demasiado absurdo incluso teniendo en cuenta los descerebrados que frecuentan ese reality.

En este caso, nos encontramos con tres episodios, tres historias completamente independientes que hablan de tecnología, pero también de las personas que la usamos, y que son más interesantes por las ideas que plantean que por lo que realmente cuentan con ellas.



The National Anthem (El himno nacional)


La historia menos futurista de tríptico, tanto que podría suceder hoy mismo y me es imposible considerarla de ciencia-ficción. Un secuestro, una petición de rescate extravagante, y el (esperemos) imparable mundo interconectado a través de internet como punto focal que impide que el gobierno resuelva las cosas "a la antigua", en secreto, pero que a la vez dificulta la resolución. Videos virales, comentarios en redes sociales, periódicos online... cosas que algunos ya conocemos en mayor o menor medida como parte de nuestro día a día, en un relato que evidencia que las reglas del juego de la información han cambiado, todo ello mezclado con la fascinación morbosa tan propia del ser humano por mirar incluso lo que nos repugna. Intenso en términos generales, peca no obstante de varios bajones de ritmo (ese innecesariamente largo asalto del equipo de rescate...), por no hablar de un final un tanto abrupto, que dificulta asimilar lo sucedido en los últimos compases. No obstante, es casi con seguridad el mejor de los tres episodios.



15 Million Merits (15 millones de meritos)


Mi episodio favorito, una distopía en la que los trabajadores (¿casi toda la población? ¿sólo la clase obrera?) viven y trabajan en el mismo microuniverso automatizado, una suerte de Gran Hermano no tan diferente de nuestro día a día como pudiese parecer, sustituyendo el dinero por créditos (los "méritos" del título) que van ganando según su rendimiento creando energía, para gastarlo a continuación, o al mismo tiempo, en comida, pasta de dientes o entretenimiento, día tras día tras día, casi todo el tiempo delante de una pantalla. Es una historia sin grandes sorpresas, pero bastante conseguida, a la que en ocasiones le faltaría algo de sutileza, que mezcla ese ambiente de alienación del individuo con una evidente crítica de la mal llamada telerrealidad, a través de concursos en los que humillan a gente obesa, o programas que con la excusa de buscar talentos se ceban con los aspirantes a estrellas (recordemos el éxito en España de Risto Mejide).

Un detalle: tras la cámara está Euros Lyn, el director de esa maravilla de la ciencia-ficción que fue la miniserie Torchwood: Children of Earth.



The Entire History of You (La completa historia de ti)

El más flojo del trío. Me dio la impresión de estar viendo un episodio de The Outer Limits alargado, y salvo por el CGI, bien podría haberse hecho hace treinta años, uno de tantos relatos en los que simplemente cuentan la historia minimalista/melodramática que quieren a través de un único "avance" tecnológico, pero dejando el resto del mundo igual. Toda la tecnología que vemos se basa en el Grain, no hay más, los jefes siguen escribiendo en papel, las cocinas, los coches, tienen pinta de no haber cambiado en nada, incluso hay un cierto ambiente retro. Tampoco es que pida que recreen un mundo entero (como casi parecía hacer el anterior episodio), bastaban pequeños detallitos aquí y allá que me hiciesen más realista ese mundo. Yo qué sé, pagar a la niñera con una transferencia electrónica, que los jefazos usasen tablets para la revisión, ALGO. Pero es que si mi implante no me falla, la tecnología más moderna fuera del Grain (y este concepto incluye los televisores) eran los bolígrafos.

Luego están algunos detalles que me fuerzan a llamar vago y tramposo el guión. Por ejemplo: la excusa barata y forzada de dejar a la niñera para tener un "testigo" a la mañana siguiente. O lo de los rebobinados en el control del aeropuerto. ¿Qué pasa con los que no tienen Grain? ¿No pueden volar, hay otra fila para ellos...? Me hubiese gustado saberlo, y bien podrían haberlo comentado aunque fuese de pasada en la cena cuando salió el tema de la "desgranada". Por no hablar de esos últimos redundantes minutos, supongo que necesitaban rellenar...

Así, para mí esta fue "una historia más", como tantas vistas antes, interesante más por el planteamiento, por lo que te puede hacer pensar, que por la historia en sí. Y el ejemplo perfecto es la mejor escena del episodio, la del polvo matrimonial.


En resumen, una propuesta interesante, buena, que recomiendo no perderse (y más ahora que la estrenan en España, el próximo lunes), pero no taaaaan estupendísima como la venden. De hecho, con lo que me quedo más que nada es con la interesante metáfora del título. Y si aún no sabes a qué se refiere eso del "Espejo negro", prueba a apagar unos segundos el monitor, teléfono, o donde sea que estás leyendo esto... y no dejes de mirar a la pantalla ;)