jueves, 23 de agosto de 2012

Comprar o no comprar

A raíz de la estúpida polémica sobre la cabeza de Bush en Juego de Tronos, por la cual han dicho que en futuras ediciones quitarán esa imagen de la serie, me dió por empezar a filosofar un poco (mentira, aquí viene un tocho) acerca de las ediciones en DVD y mi actitud frente a ellas (cuando digo DVD, también podría incluir los BluRays, aunque de momento mi colección en ese sentido se limita a tres discos). Y luego, a raíz de los últimos comentarios acerca de la edición española de Los Vengadores, me ha dado por lanzarme y terminar la divagación.

Empezaré remontándome a mis primeras adquisiciones, allá por el siglo pasado, cuando las únicas series que tenía eran las que había grabado religiosamente semana tras semana. La primera serie que compré, por fascículos y en VHS, fue Twin Peaks. Posteriormente sacaron tres ediciones en DVD, cada una mejor que la anterior, en 2002, 2006 y 2007, y yo caí y casi compro las tres: la primera era una bazofia, con la imagen casi peor que la de las cintas de vídeo, y terminé revendiéndola, la de 2006 fue editada en tres packs, y ya me había comprado el primero cuando anunciaron la cajita dorada del año siguiente.

Pero poco antes de eso, en 2001, un servidor ya había caído en la fiebre consumista de los DVDs, aunque principalmente con películas; las series por aquel entonces eran pocas, y caras. 60 € por un monstrenco de edición de Ally McBeal (cada uno de sus seis discos, sin folleto ni nada, en su caja de tamaño DVD standard), o por Friends (discos de doble cara, sin más extras que el videoclip de "I'll be there for you"... en cada una de las caras de cada disco), y ¡¡120 €!! por Expediente X (en deliciosos digipaks, eso sí).

Ya en 2004, había visto unos cuantos episodios de Alias en AXN, así que cuando la sacaron a la venta al, por aquel entonces, maravilloso precio de 40 €, me lancé de cabeza. No compraba sin medida, pero tampoco tenía un baremo particularmente alto. De hecho, hay una película (no desvelaré cual), que lleva cerca de una década en mi estanteria sin haberla visto jamás... pero es que venía en un pack con otra al irresistible (ejem) precio de 18 €. Y, lógicamente, mientras mi colección crecía, mi espacio libre disminuía.

Con el tiempo aprendí a controlarme, incluso me fijé un límite de precio para las películas, 10 €, y para eso tenía que ser una edición especial bien cargadita de extras. Respecto a las series, el criterio era más variable, pero también fui bastante comedido. Ahora bien, cada vez estoy más convencido de que es mejor esperar a la edición de la "serie completa" que ir comprándola religiosamente año tras año.

Por ejemplo, hace poco han metido de mala manera en una caja de cartón las mismas ediciones de Alias de hace 5 años + un nuevo disco de extras (podéis ver en la imágen de arriba que hay un hueco a la derecha... sí, vacío). La "edición", por llamarla algo, es una cagadita, pero sale al precio de temporada y media de lo que me gasté yo, e incluye ese disco nuevo, aunque la verdad es que en este caso me importa más bien poco. Luego si nos vamos al extranjero, la lista de series terminadas, incluso "muertas" hace años, reeditadas con mejoras (aunque sólo sea la presentación) se hace inmensa.

En el caso de Juego de Tronos lo que se habla es más bien al revés: Si llegado el caso decido comprar la serie completa, casi seguro que tenga más extras y tal (aunque casi apostaría a que faltarán cosas de las temporadas sueltas, y no hablo del libreto de la edición limitada...), pero también tendré la versión Spielberg/Lucas de ese episodio... aunque sólo es por una imagen tonta, así que me da lo mismo. Otra cosa es que decidan seguir con los retoques.

La verdad es que desde hace un par de años casi no compro nada que no sea por puro completismo, y aún así me cuesta... la última temporada de 24 pasó más de un año editada antes de que la adquiriese, y es que entre unas cosas y otras, como el "detallito" de que ya no viene en digipaks en los que tenian las seis primeras, o que han quitado la opción de ver las escenas eliminadas y alternativas durante el propio episodio, cada vez me cuesta más comprar. Y si lo hago es más por los extras, desde luego.

Luego está el caso de The Shield. Mi primera toma de contacto con ella fue hará ya unos siete años, cuando la emitía AXN, y apenas me daba el tiempo justo a ver el episodio en el interludio para comer que tenía por entonces mi jornada laboral. De aquellas también descubrí Alias y alguna pequeña joya medio-olvidada como Metrópoli (Boomtown).

Sobre The Shield, por aquel entonces llegué a ver hasta su cuarta temporada, aquella en la que participó una Glenn Close pre-Damages. Para cuando llegó la siguiente temporada, mis circunstancias personales habían cambiado, y no llegué a verla. Ahora bien, empecé a comprar la serie en DVD poco a poco según fue saliendo a la venta, siempre aprovechando las oportunas rebajas. Así un buen día, me encontré con más temporadas en la estantería de las que realmente había visto, y decidí retomarla de una vez, desde el principio, esperando empalmar el visionado con la salida a la venta de las últimas entregas, y así no tener que aguantar mucho tiempo las ganas de más episodios. Qué equivocado estaba, y en más de un sentido. No sólo se retrasaron en exceso los DVDs de la séptima y última temporada (de hecho ha salido a la venta hace ahora un año, apenas treinta meses después que la sexta), sino que yo mismo no llevé el ávido ritmo que pretendía. Vi las dos primeras con sus extras, y cuando estaba con los primeros compases de la tercera, fui dejándolo y dejándolo... y pasaron meses hasta que decidí continuar.

A partir de entonces fui continuándola casi a trompicones, aunque la serie en sí me encantase, pero me daba cierta pereza el ritual de coger la caja, sacar el disco, meterlo en el lector, tragarse o tratar de saltarse los anuncios antipiratería, llegar al menú, escoger el episodio, y asegurarse de que está en el idioma y con o sin los subtítulos que quiero. Y cuando termine el episodio, volver a navegar por los menús, que en algunos casos llegan a ser engorrosos... Más de una vez me pregunté (sin una respuesta del todo lógica) por qué no seguía viéndola en DVDRip.

No me malinterpretéis, me encanta tener mis series favoritas en DVD (aquellas que no han editado como el culo, claro... ay, ReGenesis, ay....), pero cada vez le veo menos sentido práctico, y de hecho, a principios de año empecé a descargar también aquellas series que compro o sé que compraré. Me es muchísimo más cómodo tener todos los episodios juntos, y más cuando no quiero ver una temporada, sino sólo revisionar un episodio, o simplemente comprobar algún detalle de un episodio anterior. Incluso se me ha pasado por la cabeza ripear los extras, para tenerlas así, "de fácil acceso".

Porque esa es otra: los extras, aunque en principio los extras es un punto a favor del DVD, también termina siendo un inconveniente. Hasta la sexta temporada de The Shield, no venía la opción de "Ver todas" para las escenas eliminadas, sino que tenías que estar pulsándolas una a una, con la consiguiente pequeña espera para que cargase... por no hablar de las ocasiones en las que incluyen el copyright en cada extra, por minúsculo que sea. Y ciertamente, se le quitan a uno las ganas de ver 20 fragmentos de cinco segundos, si para ello vas a tardar el doble, o más. Que sí, que parece muy poco tiempo, pero 10 segundos aquí, 8 allá... terminan siendo demasiados segundos simplemente esperando.

La única excepción que veía a corto plazo para esta sequía de compras iba a ser Los Vengadores, la maravilla cinematográfica de Joss Whedon que dentro de poquito iba a ocupar su sitio en mis estanterías. Ahora bien, aún en este caso ya la estaban "liando" sacando varias ediciones, que si la 3D (me alegro de que no me interese) no tiene el disco de extras que sí tiene la edición metálica, y que si en EEUU sacarán un maletín (precioso) que incluirá todas las películas y noquierosaberquémás no vaya a terminar pillándomelo también... Y entonces va y cae la bomba: en las ediciones españolas, salvo rectificación de última hora, no viene el audiocomentario de Joss Whedon, algo que a unos les dará igual, pero que a servidor realmente le jode, y mucho. Teniendo en cuenta que sus audiocomentarios para Buffy han sido de los mejores que jamás he escuchado (y me he tragado bastantes), por lo que para mí era el extra que más deseaba tener. Hasta me estoy planteando cancelar el pedido, y no sé si comprarla en el extranjero, donde sí consiga ese extra, aunque sea sin subtítulos, o esperarme unos años a una reedición que sí lo incluya (algo que ha pasado con otras películas).

Así, aunque tenía claro que pese a comprarla, también la iba a descargar, por la comodidad anteriormente descrita, pero ahora la opción de compra se me antoja menos deseable. ¿Que sólo me apetece ver la escena de Tony Stark soltando puyas a diestro y siniestro al llegar al helitransporte? Pues recurro a la versión descargada. ¿Que quiero ver los extras? Pues a la edición comprada. ¿Y si me apetece disfrutar del audiocomentario? Pues me jodo... o la compro fuera, o busco a ver si hay suerte y circula por internet. Y así no, señores, así no. Son cosas como esta las que nos queman a los que nos gastamos/gastábamos buena parte de nuestros ingresos en series y películas, y si ya tenía pocas ganas de comprar más, ahora aún menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario